El hijo del senador popular atribuye la acusación de tráfico de influencias a una trama del PP
Mañueco cree que lo denunciaronpara que su padre no presida la Junta
El acusado dice que sin la denuncia, su padre presidiría la Junta en vez de «ese señor de Burgos»
Juan Pablo Mañueco Boto, acusado de un presunto delito de tráfico de influencias, aseguró ayer en su alegato final que la denuncia interpuesta contra él «es falsa, con el objetivo de apartar a mi padre, Jesús Mañueco (PP), de la carrera política que le llevaría a la presidencia de la Junta», manifestó. Mañueco Boto declaró que el proceso abierto contra él obedece al interés del actual presidente de la Diputación, Enrique Martín (PP), «y de altos cargos del PP en Valladolid para sacar a mi padre de la carrera política a la presidencia del Gobierno regional y que hoy preside ese señor de Burgos». «Esta gente -dijo en referencia al denunciante, el empresario José María Díez, y los testigos que han prestado declaración en el juicio- han sido simplemente utilizados» para desencadenar, en su opinión, el proceso seguido contra él. Las palabras de Juan Pablo Mañueco provocaron la protesta de la acusación particular, así como del juez que presidió la vista oral, Miguel Donis, que finalmente decidió retirarle el uso de la palabra «al no proceder a ese tipo de discursos durante un alegato final por parte del acusado», advirtió el ponente. Juan Pablo Mañueco Boto tuvo tiempo antes de que le fuera retirado el uso de la palabra para asegurar ante la sala que su credibilidad estaba «garantizada» al argumentar que no posee antecedentes penales. La tercera jornada de la vista oral seguida contra el hijo del actual senador del PP por la comunidad Jesús Mañueco se inició con el alegato final de la Fiscalía, quien elevó una petición de pena de nueve meses de prisión para el acusado como responsable de un presunto delito de tráfico de influencias. El fiscal considera que existen datos objetivos para precisar que Juan Pablo Mañueco Boto se valió de la condición de su padre cuando era presidente de la Diputación para supuestamente presionar al entonces gerente del Hotel Castillo de Monzón, José María Díez, para que contratara a su esposa. Recordó que el delito de tráfico de influencias está tipificado en el Código Penal «cuando un particular se ofrece a otro particular para obtener la influencia de una autoridad» con el ánimo de conseguir una prebenda económica, «en este caso en forma de un contrato laboral».