«Aspiro a lograr un Parlamento tan vivo como el del País Vasco»
En su despacho del castillo de Fuensaldaña tiene una foto con un cachorro de León y se les ve muy compenetrados. ¿Cómo cree que va a manejarse con los «díscolos» procuradores de la UPL? -Siempre he tenido muy buena relación con los procuradores de la UPL y de hecho creo que ellos votaron en mi elección como presidente, aunque fuera en blanco, precisamente por esa buena relación. Yo tengo en cuenta esos detalles al igual que cuando me devolvieron la medalla. Creo que en otras ocasiones ese gesto fue mucho menos correcto. -¿Será capaz de poner orden en los plenos e incluso de llamar la atención a quien se lo merezca? -Supongo que sí, aunque no sé cómo lo haré (risas). La verdad es que no me imagino. Espero que tenga que hacerlo las menos veces posible. -Nada más pisar las Cortes surgió la polémica a raíz de unas declaraciones de Fernández Mañueco en las que decía que con usted se dignificaban las Cortes... -En lugar de dignificar estoy seguro de que quiso decir dinamizar. Fue un lapsus que ha sido aprovechado por el Partido Socialista. -¿Ya ha tenido tiempo para estudiarse el Reglamento? Todavía no me lo sé de memoria, pero creo que la interpretación correcta de los textos y del Reglamento será algo que realmente me va a apasionar. No puedo olvidar que soy jurista y que además ésa ha sido mi gran vocación frustrada. Sin embargo, no dudo de que me equivocaré más de una vez y que protagonizaré más de una anécdota. Eso me pone nervioso cuando pienso en mis primeros plenos. -Por último, ¿cuál sería su gran sueño al frente de las Cortes de Castilla y León? -Lograr que se convierta en un Parlamento autonómico tan vivo como el de Valencia o el País Vasco. Yo no digo que eso se vaya a conseguir en diez minutos, ni que se vaya a lograr porque llego yo, sino que hay que hacerlo porque ya toca.