| Entrevista | José Manuel Fernández Santiago |
«Las Cortes me devuelven lailusión»
Con 45 años, José Manuel Fernández Santiago se acaba de convertir en el presidente de las Cortes más joven de nuestra historia autonómica y sin duda también de muchos de los parlamentos autonómicos de otras comunidades. Lo sabe y por ello habla de imprimir un mayor dinamismo y viveza al trabajo que se realiza en el castillo de Fuensaldaña. -¿Cómo va a ser el estilo de Fernández Santiago al frente de las Cortes? -Mi estilo va a seguir siendo el de siempre. Diálogo, imparcialidad, transparencia y objetividad, y, sobre todo, mi estilo va a ser el de tener muy en cuenta a las personas que trabajan en una institución que lleva 20 años funcionando pero que debe adaptarse a las condiciones del parlamentarismo moderno. -¿También habla de acercar y agilizar el trabajo que se realiza en el Parlamento. ¿Cómo va a lograrlo? -Lo primero, intentando que lo que aquí se hace sea de interés para todos los ciudadanos, para lo cual habría que agilizar algunos de los procedimientos que se siguen e incluso acortar algunos plazos. Todo ello a través de una reforma pactada del Reglamento de las Cortes que consiga que lo que interesa en un momento determinado a los ciudadanos se debata simultáneamente en el hemiciclo. En segundo lugar, incorporando las nuevas tecnologías a todos los instrumentos de comunicación de esta Cámara y a a todas las actividades del Parlamento, sobre todo a la que denominamos institucional. -¿Cree que éste será por fin el año de la reforma del Reglamento? -Eso es algo que compete a los grupos parlamentarios, pero yo deseo que sea así y también creo que va a ser así. -¿Cuál es la cifra de procuradores con exclusividad que usted daría por buena? -Mi opinión en este tema es que debemos ser muy prudentes con las decisiones que tomen cada uno de los partidos. Mi prioridad era que la Mesa aprobara la composición de los puestos institucionales de la Cámara y eso es algo que hemos hecho hoy (por ayer). -Ha pasado por tres Consejerías, una vicepresidencia y una larga portavocía. ¿Tanta experiencia en el Ejecutivo le va a influir en su nueva responsabilidad? -Me va a influir sin duda en el dinamismo a la hora de trabajar, pero no en la independencia que le debo a la labor que las Cortes me acaban de encomendar. Además, yo ya conocía el trabajo parlamentario con anterioridad y sabía perfectamente donde me metía. -Las malas lenguas dicen que abandona el Ejecutivo autonómico muy a su pesar. -Es algo que he tenido que explicar estos días, pero lo cierto es que yo temgo la seguridad de que he aceptado libremente este puesto y de que estoy muy agradecido puesto que es lo mejor que me ha podido ofrecer el presidente del partido. Además, lo cojo con ganas y con las dos manos puesto que esto es algo que me ha devuelto la ilusión y, para mi, trabajar ilusionado es algo muy importante. -Sin embargo, no se cansa de decir que echará mucho de menos la Consejería de Fomento... -Desde el plano humano, por supuesto que sí. En Fomento contaba con un equipo muy unido y no puedo recordar ni un solo momento en el que me sintiera incomodo y sí muchos de grandes «alegrones». Sin embargo, desde la marcha de Lucas y mi abandono definitivo de la portavocía, la llegada de las presidencia de las Cortes ha sido lo mejor que me ha podido pasar. Yo, que soy un hombre de pueblo, lo comparo a cuando te marchas a la ciudad: siempre seguirás echando de menos tu casa. -El proyecto de la nueva sede de las Cortes se hará realidad con usted como presidente... -La nueva sede será un instrumento para agilizar y acercar el trabajo a los ciudadanos. Actualmente estamos en un magnífico edificio que podría ser la sede de cualquier Parador, pero que no es lo suficientemente funcional e incluso es algo arcaico para las Cortes. «No me veo llamando al orden, espero que me toque hacerlo muy pocas veces» «Yo sabía muy bien donde me metía» «Fuensaldaña podría ser la sede de un Parador pero no de las Cortes»