Críticas a la Junta por su falta de interés en la agricultura ecológica

El presidente del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León, Gregorio Antolín, denunció ayer la falta de interés de la Junta por la producción de este tipo de explotaciones, caracterizadas por seguir un proceso respetuoso con el medioambiente. Según Antolín, «la producción ecológica está muy abandonada por la Consejería de Agricultura, que destina un presupuesto muy bajo, muy inadecuado para la infraestructura que necesitamos», apuntó el presidente. Esta situación deriva en una falta de medios para el control que el Consejo ejerce sobre la producción agrícola bajo la etiqueta de ecológica. «En cualquier momento puede saltar un escándalo alimentario en este sector y no vamos a contar con la capacidad necesaria para prevenirlo», se lamentó Antolín. El presunto abandono que denuncia Gregorio Antolín se traduce en un presupuesto anual en torno a los 150.000 euros, que se ha mantenido estancado en los últimos años, «mientras que los costes de producción han aumentado», manifestó el máximo responsable del Consejo de Agricultura Ecológica en la región. La precariedad presupuestaria del Consejo llevó el año pasado a tomar medidas de reducción de plantilla. Así, Antolín reconoció que el ajustado presupuesto fue la principal razón para despedir a uno de los técnicos con los que contaban. Antolín ve paradójico que siendo Castilla y León una de las regiones de mayor producción agrícola del país, en materia de explotaciones ecológicas son otras comunidades como Andalucía o Extremadura las que están a la cabeza. Sin embargo, «el tejido industrial de la región sí que demanda este tipo de materias primas ecológicas para su posterior elaboración», apuntó Antolín, por lo que estas factorías se ven obligadas a importar. El presidente del Consejo recordó cómo grandes empresas como Siro, Gullón o Helios en la región producen alimentos bajo la etiqueta de ecológicos, pero tienen que traer materias primas de fuera de Castilla y León. Asimismo, pidió a la Junta no vean a la agricultura ecológica sólo como forma de producción más saludable, «sino que tengan también en cuenta los beneficios medioambientales en el entorno y la repercusión social que ejerce en la regeneración del medio rural».