En Fuensaldaña no hay ventanas

Si la primavera llega sin avisar, septiembre lo hace a golpe de tambor. Bajan las temperaturas, aumenta el tráfico, regresa la programación televisiva de cada año¿ Y como a la gran mayoría de los ciudadanos, a los procuradores castellanos y leoneses, inmersos ya en el inicio del curso político, poco les queda del bronceado veraniego que tanto tiempo costó alcanzar, sobre todo teniendo en cuenta que el castillo de Fuensaldaña no hay ventanas por las que dejar entrar un último rayo de sol. Y precisamente es allí, en Fuensaldaña, donde los miembros del Ejecutivo autonómico y los 82 procuradores autonómicos han pasado toda la semana, -y lo que les queda-, debatiendo. Uno a uno, los consejeros de Juan Vicente Herrera están acudiendo estos días a las Cortes para explicar los programas de gobierno que deberán desarrollar durante toda la legislatura, algo que, según el PSOE, debería haberse hecho antes del verano si los populares no hubieran tenido tantas ganas de vacaciones. Hacerlo ahora, dos meses después de formado el Ejecutivo, parece un poco tarde y conlleva el riesgo de saturar al personal. Y es que a partir de la tercera semana de septiembre Ejecutivo y Parlamento autonómico se meterán de lleno en el largo proceso de elaboración, explicación, corrección y aprobación del proyecto de presupuestos de la comunidad para el año que viene. Y está claro que a partir de ese momento no habrá tiempo para nada más. Es decir, que la última comparecencia para explicar las actuaciones de cada departamento a lo largo de esta legislatura prácticamente se solapará con la primera sobre presupuestos, algo que puede confundir al ciudadano mejor informado. En cualquier caso, los responsables del Ejecutivo autonómico están dando todo tipo de detalles y explicaciones sobre las actuaciones que pretenden llevar a cabo en estos cuatro años, muchas de las cuales ya fueron anunciadas por el presidente Herrera en su discurso de investidura. Junto a estas comparecencias, y las que versarán sobre presupuestos, muy pronto las Cortes iniciarán una nueva etapa de trabajo, marcada por el notable esfuerzo de dinamizar la vida parlamentaria. (No hay que olvidar que a partir de septiembre podrían celebrarse hasta tres plenos al mes). Esperemos que el hecho de que Fuensaldaña no tenga ventanas y de que los políticos vayan a pasarse la mayor parte del otoño en su interior, no impida que también sean conscientes de lo que pasa en el exterior.