La organización sindical solicita a la Administración regional que rechace el papel del Ministerio
UGT acusa a CC.OO. y Junta de ser cómplices en los acuerdos con Ebro
El sindicato afirma que los cierres afectan a más de 250 empleos fijos discontinuos
El secretario general de UGT en Castilla y León, Fermín Carnero, reiteró ayer la oposición de esta organización sindical al acuerdo firmado por la Junta de Castilla y León, la empresa Azucarera Ebro y Comisiones Obreras en torno al cierre de las fábricas de Benavente y Monzón de Campos y al expediente de regulación de empleo que, según los datos de UGT, afectará a 252 empleados fijos discontinuos, así como a otros 31 prejubilados y 69 trasladados. Según Carnero, CC.OO. «ha mostrado una brutal complicidad con la Administración y la empresa, en perjuicio de los intereses de los trabajadores» al firmar «el peor acuerdo de la historia del sector azucarero» que concede a los fijos discontinuos «la miseria» de 60 días de compensación, frente a los 105 días para los afectados en los anteriores cierres de Veguellina y Venta de Baños y los 90, en el caso de la fábrica de Salamanca. Diálogo social Fermín Carnero explicó que «el edificio del Diálogo Social que estamos empezando a levantar no se va a caer porque aparezca una grieta, pero es peligroso que comiencen a abrirse grietas, porque en este asunto se ha marginado a la UGT desde CC.OO. y desde el Gobierno regional». De este modo, el sindicato solicitó a la Junta que «rechace el papel del Ministerio en un problema que afecta a 252 trabajadores de la región y sólo a cuatro de Sevilla, que ha sido la excusa por la que la negociación se produjo fuera de la Comunidad» y exigió que «se vuelvan a renegociar en Castilla y León las condiciones de este expediente de regulación». «Duro golpe» El secretario regional de la UGT confesó que echa en falta «el anterior talante de la dirección de CC.OO., por el que, aunque no estuviéramos de acuerdo, siempre había diálogo» y aseguró que no se ha reunido con el responsable regional de este sindicato, Ángel Hernández, desde «hace mes y medio». Carnero calificó esta situación como un «duro golpe» en la relación entre organizaciones sindicales. UGT ha enviado al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, un informe detallando las razones por las que se han negado a firmar el documento suscrito a su vez por CC.OO., Ebro y la Administración regional, porque «estos acuerdos y compromisos no pueden ser asumidos por nosotros ya que se han realizado a nuestras espaldas y no se nos han demostrado la necesidad, criterios y urgencia para la toma de unas medidas tan drásticas y que ocasionan tantos perjuicios en materia de empleo y pérdida de población en los municipios afectados». Por otro lado, UGT indicó que, «paradójicamente», de 23 trabajadores trasladados de la azucarera de Benavente, 14 son afiliados al sindicato (de los que cuatro son miembros del Comité de Empresa) y, en el caso de Monzón, la mitad de los trasladados también pertenecían a UGT. UPA En este sentido, Fermín Carnero señaló que estos trabajadores «son castigados a la diáspora por haberse negado a firmar el acuerdo». Respecto a la decisión de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de sumarse al acuerdo de reestructuración de las azucareras de Ebro en Castilla y León, Fermín Carnero afirmó que «no es una decisión que nos sorprenda» porque «no es lo mismo la defensa de los 252 trabajadores que el daño que se les pueda hacer a los dedicados a la agricultura que van a seguir produciendo remolacha».