| Crónica | A siete días vista
Herrera triunfa en el Club Siglo XXI y Rajoy se convierte en su fan
Mientras Herrera brillaba en Madrid con originales propuestas que gustaron mucho al candidato popular Mariano Rajoy, en casa los agricultores pedían la cabeza del portavoz Antonio Silvan...
Mucha expectación ha generado esta semana el discurso que el presidente Juan Vicente Herrera pronunció en el prestigioso Club Siglo XXI. Y es que en medio de la vorágine politica e informativa que ha provocado el polémico Plan Ibarretxe, al cuestionar el actual Estado de las Autonomías y por ende la mismísima Constitución española, la intervención del responsable de la Junta de Castilla y León, titulada Las comunidades autónomas en una Europa con Constitución , prometía. Resumiendo, y mucho, Herrera habló de convertir a los gobiernos autonómicos en la principal administración gestora y dejar la función de supervisión, planificación y defensa de la solidaridad interregional a la Administración central. Sin embargo, las brillantes, aunque enrevesadas propuestas que fueron lanzadas al aire por Juan Vicente Herrera, supieron a poco a los representantes de la oposición que las escucharon, entre los que se encontraba el presidente del PSOE de Castilla y León, Tomás Rodríguez Bolaños. Aunque no asistió, el secretario regional de los socialistas castellanos y leoneses, Ángel Villalba, se ha apresurado a recordar que resulta, cuando menos, curioso que Herrera reclame mayor peso para las comunidades autónomas en la Unión Europea mientras él mismo no le da la importancia que merece al principal órgano europeo de representación territorial, la Comisión de las Regiones. Por el contrario, el ministro del Interior, Ángel Acebes, salió en su defensa asegurando que Herrera había puesto sobre la mesa un proyecto político «claro y estable» frente a las «falsedades» del lehendakari, Juan José Ibarretxe que sólo conducen al «enfrentamiento» de la sociedad vasca con el resto. Además, se comenta que el discurso del presidente de Castilla y León debió gustar mucho al candidato Mariano Rajoy que, al parecer, se debió de llevar una copia a casa para leerlo más tranquilamente. Para gustos se hicieron los colores. En cualquier caso, fue un discurso muy político, repleto de propuestas difíciles de llevar a la práctica y de las que, sin duda, y por desgracia, se habría hablado más si al acto en el que fueron planteadas hubiera acudido, -que no lo hizo-, una ex miembro del Club Siglo XXI a la que recientemente también han echado de otra «casa» bastante menos prestigiosa. Primeros pasos Pero para discursos con sustancia, los que se han escuchado esta semana en las Cortes de Castilla y León, durante las dos primeras reuniones de la Comisión sobre la despoblación en la comunidad que fue creada a raíz del compromiso adquirido por Juan Vicente Herrera en su discurso de investidura. Hay que resaltar que esta Comisión ha empezado a dar sus primeros pasos con un gran consenso entre todos los grupos parlamentarios y también con notable agilidad, teniendo en cuenta a lo que nos tienen acostumbrado el Parlamento autonómico. A primera vista, -ya que el trabajo de esta Comisión será largo e intenso durante los próximos meses-, el diagnóstico sobre la situación de Castilla y León en materia de población no puede ser más demoledor. La comunidad se encuentra en los peores puestos de todos los índices relacionados con la población (crecimiento, mortalidad, envejecimiento, densidad, habitantes de las zonas rurales y también en muchos ranking socio-económicos). Como dato positivo, la Comisión sobre la evolución de la población en Castilla y León, -no se puede ser más cacofónico-, está formada por una amplia representación del PP y del PSOE, casi paritaria, y, por primera vez en mucho tiempo, un procurador de la Unión del Pueblo Leonés, Joaquín Otero, no sólo forma parte de ella, sino que ocupa un puesto en la Mesa que la preside. La primera, en la frente Esta semana también la recordará el consejero de Fomento y portavoz de la Junta, Antonio Silván, como aquella en la que, por primera vez, pidieron su dimisión. El controvertido trazado de la llamada Autovía del Duero, que ha levantado en pie de guerra a las organizaciones agrarias de la comunidad, ha sido el motivo de tal petición que, al ritmo que va la legislatura, sin duda no será la última. En cuanto a la polémica en sí, las organizaciones agrarias están convencidas que el actual trazado propuesto por el Ministerio de Fomento se ha diseñado únicamente en beneficio de un par de las más importantes bodegas de Ribera de Duero, casualmente muy conocidas por los miembros del PP de Castilla y León y también por el propio presidente del Gobierno, José María Aznar. Por el contrario, el leonés Silván, que se ha tomado con buen humor su primera petición de dimisión, se refugia en que el debate sobre los trazados de este tipo de infraestructuras siempre generan polémicas y asegura que lo que subyace en el de la Autovía del Duero es el interés general. Para críticas las que esta semana han formulado el Partido Socialista y la Unión del Pueblo Leonés contra los presupuestos de la comunidad. Los dos grupos de la oposición han presentado sendas enmiendas de totalidad a las cuentas de Castilla y León para el año que viene. La UPL critica la falta de concreción de muchas partidas, la ausencia de importantes proyectos y, sobre todo, la falta de peso de la provincia de León. Por su parte, el PSOE, que prometió la elaboración de un presupuestos alternativo al de la Junta de Castilla y León, no sólo ha retrasado su presentación hasta casi el inicio del debate parlamentario, sino que ahora parece querer quitarle hierro e importancia a su propuesta, como si, a golpe de calculadora, por fin se hubiera dado cuenta de lo difícil que es cuadrar un presupuesto autonómico. Frente a las críticas que ambos partidos de la oposición hacen de los presupuestos de la comunidad, Silván repite la misma explicación: que se arremeta contra las cuentas de la Junta es algo normal que pasa cada año y PSOE y UPL no serían ni PSOE ni UPL si no cumplieran este papel.