J.A.C.C. declaró durante más de una hora sin mostrar signos de nerviosismo, según el fiscal
Ingresa en prisión el acusado de matar a su esposa en Tordesillas
La familia despidió a la víctima mientras el supuesto autor del crimen comparecía ante el juez
El presunto autor del crimen de Tordesillas ingresó ayer en la cárcel de Topas sin fianza tras prestar declaración durante más de una hora en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Salamanca. Durante su intervención, J.A.C.C., de 45 años, se declaró autor de los hechos que el jueves acabaron con la vida de su esposa, a quien asestó varias puñaladas en un vehículo en el kilómetro 20 de la autovía de Valladolid a Salamanca, a la altura de Tordesillas. Según aseguró el fiscal, el presunto autor de los hechos declaró con «la tranquilidad normal en estos casos». Así, precisó que durante su intervención J.A.C.C. «no estaba llorando, ni tampoco estaba frío, estaba normal». En cuanto a su actitud, el fiscal prefirió no avanzar si el presunto autor de los hechos se mostró arrepentido o no, entre otras cuestiones porque «sería aventurar cuestiones que han de dilucidarse en un juicio» y además, porque «puede tener influencia en la sentencia». Tampoco pudo precisar si se ha encontrado o no el arma blanca con el que J.A.C.C. acabó con la vida de R.F.J. El presunto autor de los hechos llegó al juzgado de Salamanca acompañado por dos policías nacionales en torno a las 11.00 horas, accedió a él con la cara cubierta y sin hacer ningún tipo de declaración, y abandonó estas instalaciones sobre las 13.35 horas. En cuanto a la pena, el ministerio fiscal aseguró que tardará un tiempo en conocerse porque primero debe determinarse si el caso se va juzgar en Salamanca o Valladolid, algo que «depende del sitio donde ocurrieron los hechos». Así, precisó que este extremo se está investigando y que, en el caso de que se confirme que el suceso se produjo en Tordesillas, será juzgado en Valladolid. Funeral por la víctima Por su parte, el abogado que defiende a J.A.C.C. prefirió ceñirse al secreto de sumario y no hacer declaraciones sobre lo sucedido. Sin embargo avanzó que la muerte de R.F.J. «ha sido una desgracia» que se vive con «mucho dolor en las dos familias», por este motivo, consideró que «lo mejor que se puede hacer es guardar silencio». Mientras J.A.C.C. declaraba en el Juzgado de Primera Instancia e instrucción número 2, la parroquia de la Anunciación de Salamanca acogía el funeral por la víctima, cuyos restos mortales permanecieron durante la jornada del viernes en los tanatorios de la Santísima Trinidad, donde fue despedida por numerosos familiares y amigos. Tras la ceremonia religiosa, el cadáver fue conducido al cementerio de la capital salmantina.