Un veto que viene de largo

PARECE que a que a Silvia Clemente le leyeron la cartilla porque su tono en el pleno de ayer en relación a su antecesor en la Consejería de Cultura, Tomás Villanueva, fue bien distinto al que utilizó hace tan sólo unos días, cuando aseguró que «desde Valladolid, si pueden, se lo llevan todo» o algo parecido. Esta acusación y alguna crítica más las dirigió directamente contra Villanueva, pero ayer las alusiones sorprendían por lo cariñoso y por el reconocimiento de una gran gestión, aunque parece ser que no fueron del todo entendidas entre el resto de consejeros, que prefirieron no aplaudir lo que pareció un intento de reconciliación. Y es que los problemas entre Clemente y Villanueva vienen de largo. De hecho, en los foros cercanos a ambos se cuenta que el ahora responsable de las cuentas autonómicas vetó a Clemente ante Herrera en la elaboración del equipo de gobierno. A cambio, habría aceptado que el nuevo gabinete no tuviera vicepresidente (él lo era en la anterior legislatura). Herrera debió pensárselo mejor por la noche y el día clave incluyó a la segoviana, que ahora parece servirle de contrapeso ante el propio Villanueva.