| Crónica | A siete días vista |
Ingredientes de una película
Si un pleno de las Cortes pudiera compararse con un estreno de cine, el último celebrado en Fuensaldaña habría cumplido todos los requisitos
A pesar de llamarse así, el último pleno parlamentario del año, -el de presupuestos es de carácter extraordinario-, no tuvo nada de ordinario. Desde el primer momento hubo unos claros protagonistas, un plan que parecía perfecto, un enfrentamiento en clara desproporción, una dama en peligro, unos bien elegidos personajes secundarios y hasta una estrella invitada. Los papeles protagonistas se repartieron dos veces. En el primer acto los desempeñaron el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el portavoz de la oposición, Ángel Villalba. Hubo un amago de cara a cara al comienzo del pleno, pero el secretario regional del PSOE tenía un plan casi perfecto para dejar sin habla, -nunca mejor dicho-, a su contrincante. No hubo duelo porque Villalba no quiso utilizar el turno de réplica y todo quedó en una simple pregunta-respuesta. Sin embargo, en los pasillos se estableció un debate a través de notas de prensa y reacciones varias, entre ellas la del consejero de Fomento, Antonio Silván, actor secundario en esta comedia, que no gustó demasiado a casi nadie. Y es que, cómo puede ser que se intente abrir un pseudo-debate sobre lo que no ha llegado a debatirse realmente en la Cámara partiendo del hecho de que «si yo te hubiera contestado esto, tú habrías dicho esto otro, y entonces podría haberte replicado lo siguiente...». Y en este caso, -y sólo en este caso-, dos no se enzarzan en un cruce de reacciones de este calado si los dos no quieren. Siguiendo con el simil, la comedia se tornó en drama durante el segundo acto. Ésta vez los papeles protagonistas recayeron, como todo el mundo esperaba, en la consejera de Cultura y Turismo, Silvia Clemente, y en el consejero de Economía, Tomás Villanueva. La primera tuvo que enfrentarse, cual Gary Cooper en Sólo ante el peligro , con tres brillantes espadachines de la oposición como son los procuradores José María Crespo, Emilio Melero y Jorge Félix Alonso. Uno tras otro, los tres la bombardearon con sus críticas, recordándole en todo momento que la culpa de su endeble situación la tenían única y exclusivamente sus ya famosas declaraciones a destiempo, entre las que figura la ya histórica: «en Valladolid, si pueden se lo llevan todo». A pesar de ser la dama en peligro de esta película, Silvia Clemente se defendió con uñas y dientes de sus atacantes, insistiendo una y otra vez en que su antecesor en el cargo, Villanueva, lo hizo estupendamente bien durante su mandato. Teniendo en cuenta que no recibió demasiado apoyo por parte de los escaños de sus compañeros de partido y Gobierno, puede decirse que la batalla quedó en tablas. Estrella invitada A estas alturas de la «representación parlamentaria» hay quien ya se estará preguntando cuándo aparece la estrella invitada y sobre todo, quién es. Pues bien, la estrella invitada no apareció físicamente por el castillo de Fuensaldaña, -si lo hubiera hecho habría pasado automáticamente a ser la protagonista absoluta del pleno-, aunque su cuerpo sí estuvo presente. Y vaya si lo estuvo. Aunque parezca increíble, la publicación que más se «leyó» en los escaños del hemiciclo durante el pasado pleno no fue el diario de sesiones, sino la conocida revista Interviú , en cuya portada luce palmito esta semana una conocida vallisoletana. Curiosamente fue entre las filas populares por donde la revista pasaba más rápidamente de mano en mano, disimulada bajo otros papeles, sin duda más aburridos.