Un discapacitado en huelga de hambre pide a la Junta un ascensor

Américo Rodrígues de Lima, el ciudadano vallisoletano discapacitado que lleva 87 días de encierro y 26 en huelga de hambre en demanda de un ascensor para su edificio, pidió ayer la dimisión del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, al considerar que su labor no ayuda a los ciudadanos con problemas. «O que me reciba o bien que dimita porque, en definitiva, este señor no sirve a los ciudadanos que pagamos impuestos; yo creo que el sueldo que cobra ese señor es de los impuestos de los ciudadanos, y por lo tanto tiene el deber de recibir a los ciudadanos que tenemos problemas; para eso está, para eso pagamos impuestos, entre otras cosas claro», manifestó el ciudadano discapacitado. Rodrígues de Lima, que padece una enfermedad degenerativa de los músculos que le impide desplazarse con normalidad, recordó que la comunidad de vecinos sí aprobó en 1997 por mayoría la instalación de un ascensor en este edificio de viviendas, situado en el número 63 de la calle Arca Real. Sin embargo, esta decisión no se ha podido llevar a cabo ya que otro vecino, Timoteo del Olmo, no cede seis metros cuadrados de un local de su propiedad que son necesarios para la instalación del elevador que reclama Rodrígues de Lima. «No hay nadie que le convenza y nadie que le obligue a hacerlo», comentó el afectado. Hasta el momento, se han celebrado dos juicios que han dado la razón a Timoteo del Olmo. «Sin embargo, nosotros tenemos otras sentencias que han fallado en favor de los vecinos, porque éste es un acuerdo vecinal», recordó Rodrígues en declaraciones recogidas por Europa Press. Encierro y ayuno Tras un rosario de reuniones a lo largo de seis años con los responsables de distintas administraciones, Américo Rodrígues decidió encerrarse en su casa -lleva ya 87 días sin salir de su domicilio- para posteriormente comenzar una huelga de hambre -lleva 26 días sin ingerir alimentos- hasta que el presidente de la Junta se reúna con él. De momento, Herrera no tiene previsto acudir al domicilio del afectado, por lo que el ciudadano vallisoletano exigió ayer su dimisión. El afectado, además, planea continuar con su protesta hasta que Herrera no lo visite .«Muy probablemente eso es lo que voy a hacer», prosiguió Rodrígues de Limae, que insistió en que, de momento, no tiene ninguna intención de cambiar su postura. Rodrígues de Lima, que ya ha perdido cerca de 10 kilos desde que comenzó la huelga, asegura que se trata de una decisión «muy calculada, meditada y sopesada» que mantendrá hasta el final, a pesar de ser consciente de que su enfermedad degenerativa puede empeorar por falta de una alimentación adecuada. El afectado no dio detalles sobre las características concretas de su ayuno. Fascismo En el domicilio de la familia de Américo Rodrígues de Lima, que aunque «lleva mal» esta decisión la ha aceptado, se puede leer una pancarta que dice: «Necesitamos un ascensor para vivir dignamente. El fascismo, la injusticia y Timoteo del Olmo lo impiden». La protesta de Rodrígues de Lima ha llegado a la arena política y ha contribuido a avivar el debate sobre la política regional en materia de ayudas a los discapacitados. De hecho, el secretario regional del PSOE, Ángel Villalba, visitó ayer a Rodrígues de Lima para expresarle su apoyo.