«Las Cortes deben involucrarse en construir el sentimiento regional»

Se cumplen 21 años de la promulgación del Estatuto de Autonomía y, por lo tanto, de vida de las Cortes de Castilla y León. José Manuel Fernández Santiago, para quien este es su primer aniversario como presidente, considera que el Parlamento autonómico ya ha entrado en una etapa de madurez y ha preferido celebrar esta fecha de una forma sencilla, sin el consabido pleno institucional -¿Por qué se ha optado por una celebración tan austera? -Creo que esta conmemoración no debe celebrarse igual que el 20 aniversario, igual que en el caso de la Constitución no fue igual el 24 aniversario que el 25. Por eso, hemos ido más a una fórmula más sencilla en la que el protagonismo no fuera tanto de la Mesa como de todas las personas que nos acompañen ese día en la recepción que vamos a ofrecer. No obstante, a nadie se le oculta que hemos optado por esta fórmula dada a que las fechas en las que nos encontramos obligan a la prudencia. -Esta efeméride coincide con el inicio de las obras de la nueva sede de las Cortes que, por cierto, no tendrá primera piedra... -No, hemos renunciado a ello pero eso no quiere decir que se retrase el inicio de las obras. Estamos a punto de comenzar la campaña electoral y no queríamos que se pudieran mezclar ambas cosas. Creo que en ese sentido hemos sido hiper prudentes. -¿Qué significa cumplir 21 años para un Parlamento como el de Castilla y León? -La consolidación de nuestros estatutos autonómicos es plena. Hemos llegado a nuestro techo competencial en un tiempo record, pero lo más importante es que nuestra comunidad no es una mera gestora de fondos públicos, sino que tiene Parlamento, y por lo tanto capacidad legislativa. Ese hecho, que durante todos estos años no era percibido por todo el mundo, es la esencia y es lo que a partir de ahora, que cumplimos 21 años, tenemos que pensar cuando pensamos en una autonomía. -¿Cree que estos 21 años han servido para que nazca un sentimiento de identidad regional? -No es fácil responder a eso. Sólo puedo decir que las Cortes también tienen que involucrarse en la contrucción de la estructura de ese sentimiento de identidad regional. Quizá es la institución que más está llamada a ello, aunque no la única. No sólo no renuncio a ello, sino que creo que es una de las grandes funciones de este Parlamento. -Acaba de presentar la nueva página web de las Cortes, en la que se incluyen muchas novedades hasta ahora impensables en Fuensaldaña. ¿Hasta dónde quiere llegar con tanta innovación? -A partir de ahora, las Cortes tienen una nueva ventana a la sociedad, que es la página web, pero queremos hacer otras muchas cosas. Hemos pensado en dotar a los portavoces de ordenadores portátiles para que puedan estar en conexión con las Cortes en cualquier momento y lugar, así como que poco a poco todos los procuradores tengan su propia conexión a Internet. La incorporación del Parlamento a las nuevas tecnologías era uno de mis retos para esta legislatura. -También ha anunciado un registro virtual para las iniciativas parlamentarias. ¿Qué ventajas tendrá? -Todos los procuradores podrán incorporar sus iniciativas al Parlamento en cualquier momento y desde cualquier punto de la comunidad a través de este sistema, que tendrá efectos registrales. Ya no será obligatorio acudir en persona a firmar el registro de esa iniciativa sino que bastará con un ordenador, una conexión a Internet y, por supuesto, una acreditación electrónica. Creo que será algo muy útil en una comunidad tan extensa como ésta, aunque eso es algo que todavía estamos estudiando. -¿Qué se pretende con esta «modernización» de las Cortes? ¿En qué beneficiará a los ciudadanos de a pie? -No se trata de un simple gesto de modernidad. Mi compromiso al llegar aquí fue el de acercar el Parlamento a los ciudadanos, pero enseguida me di cuenta de que eso exigía antes una mejor comunicación con la sociedad y más instrumentos de participación de los ciudadanos. Quiero acabar con la imagen del Parlamento como coto cerrado de funcionarios, burócratas y políticos. -¿Por qué le preocupa tanto la imagen que estén dando las Cortes? -El desapego social de un Parlamento pone en peligro su propia esencia democrática. Si no conseguimos acabar con esa distancia que existe entre el Parlamento y el resto de la sociedad, el que se resiente es el sistema democrático. Por eso es muy importante abrir de par en par las puestas de las Cortes, sobre todo a las nuevas generaciones. Y una de las formas de hacerlo son las nuevas tecnologías. -¿Cree que desde que ha llegado usted a la presidencia de las Cortes puede estar notándose cierto cambio en la forma de abrir esas puertas? -Yo creo que no se debe personalizar. Creo que se nota un cambio desde que el actual equipo y la actual Mesa de las Cortes percibimos esta realidad y compartimos una visión común.