Las Cajas exigen mayor presencia en el consejo de Ebro Puleva

Las Cajas de Ahorro de Castilla y León reclamarán «más presencia» en el consejo de administración de Azucarera Ebro, al haber conseguido «más peso» en el accionariado de la empresa con la salida de los accionistas franco-alemanes. Así lo aseguró ayer el presidente de la Federación de Cajas de Ahorro de Castilla y León, Sebastián González, durante una reunión celebrada por estas entidades financieras en Valladolid, con la presencia de la consejera de Hacienda de esta Comunidad Autónoma, Pilar del Olmo. «Si se mantienen las cosas como están, pediremos más presencia en el consejo de administración», en el que las cajas de Castilla y León representan ahora casi el 14% del accionariado de la empresa, explicó Sebastián González en declaraciones a los periodistas. La reunión de la comisión de seguimiento del acuerdo de inversiones estratégicas de estas cajas analizó la venta de acciones efectuada la semana pasada por el grupo alemán Südzucker para su salida del grupo Ebro Puleva, del que desde junio de 2001 tenía un 14,87% de las acciones a través de la francesa Saint Louis Sucre. Las 21.828.358 acciones, a 0,60 euros de valor nominal cada una, fueron adquiridas por una serie de compradores que forman un nuevo grupo accionarial «muy diversificado», por lo que «no puede haber un interés común» entre todos ellos, según Sebastián González, que preside la Caja de Avila y ejerce de presidente de turno de la federación regional. Estos compradores no tienen, a su juicio, «ninguna estrategia que no sea el interés particular» de cada uno de ellos. Asimismo, González consideró que la venta del grupo franco-alemán se debió solo a «un interés comercial», sin «ningún otro interés» relacionado con alguna «información interesada». Buena noticia El presidente calificó de «buena noticia» el cambio accionarial, porque las cajas de la comunidad adquieren «más peso» en el consejo de administración «para seguir con el objetivo que en su día llevó a la compra» de acciones de Ebro, que fue el de «garantizar el interés» del sector de la remolacha azucarera de Castilla y León. Por ello, las cajas castellanas y leonesas «seguirán estando» en Ebro y «con nuevas espectativas y objetivos de negocio», añadió Sebastián González, quien destacó que tras la venta, las acciones de la compañía aumentaron su cotización en el mercado bursátil. Esas espectativas serán analizadas en nuevas reuniones de las cajas, tanto entre las que tienen sus acciones sindicadas como por parte de aquellas que las poseen de forma individual.