La pregunta es si habrá «efecto»
No hay plenos para evitar que las Cortes se conviertan en escenario de un mitin a tres bandas. Sin embargo, puede que sea lo único que no se ha teñido de electoralismo
Un momento de la inauguración de la Catedral a cargo de la UPL
Campaña, campaña y campaña electoral. A estas alturas de la ídem, ya no se habla de otra cosa que no sea de programas, «eslóganes», promesas, mítines y, para desengrasar, del nuevo look que muestra el líder socialista en sus últimas apariciones multitudinarias. Bueno, de eso y de si finalmente habrá o no efecto Zapatero en León. Ésa es la gran pregunta que flota en el aire y que hasta el Partido Popular se hace. O al menos eso es lo que se desprende del lapsus que su candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, tuvo a principios de campaña en la propia capital leonesa, donde dijo que si Zapatero llegaba al Gobierno, por favor que no pusiera de ministro a Jesús Caldera. ¿Lo daba por hecho o fue simplemente eso, un lapsus? Mientras tanto, y aunque se trata de una campaña eminentemente nacional, los máximos responsables políticos de la comunidad también se han puesto las pilas y ejercen de anfitriones, teloneros o comparsas de sus respectivos líderes nacionales cada vez que cualquiera de éstos pisa por tierras castellanas o leonesas. Así ha sucedido durante los últimos días en los que se ha producido el curioso y estraño fenómeno de poder ver el mismo día a varios ministros y a los dos principales candidatos en diferentes puntos de esta comunidad. Para que luego digan que Castilla y León no tiene peso en Madrid¿ Sin embargo, y por ahora, lo mejor de la campaña no han sido estas continuas visitas, -muchas de las cuales han servido para inaugurar cosas nuevas, cosas viejas y algunas que ni siquiera existen todavía...-, sino que lo que realmente ha dado que hablar ha sido la parodia que sobre esas muchas inauguraciones ha protagonizado la UPL y la catedral de León. Por lo demás, al margen de la campaña electoral la vida política parece haberse ralentizado en todas las instituciones públicas, y sobre todo en las Cortes de Castilla y León, donde estos días sólo se celebran comisiones parlamentarias, más o menos atrasadas, por miedo a que un pleno acabe convirtiéndose en escenario de un mitin a tres bandas. Y es que hasta la celebración esta semana del Día de la Mujer Trabajadora acabó tiñédose de electoralismo ya que los partidos aprovecharon esta efeméride para presentar sus propuestas sobre igualdad, violencia doméstica, etc.