Cambiar el pupitre por el escaño

El hemiciclo del castillo de Fuensaldaña se vistió ayer con mucho más colorido de lo habitual a la vista de los vaqueros, chándals y profusión de alegres camisetas de los casi cien chavales que, por unas horas, se convirtieron en improvisados procuradores del Parlamento autonómico. También hubo bastantes más toses, -los nervios antes de hablar en público resecan la garganta-, y muchos más aplausos de los habituales en esta Cámara, gracias a esta iniciativa, denominada «Parlamento Juvenil», que por primera vez se celebró en las Cortes de Castilla y León y que se enmarca en la Semana de Acción Mundial por la Educación, organizada por Entreculturas, Ayuda en Acción e Intermond. Los participantes, todos ellos de 4º de la ESO y pertenecientes a once colegios de la comunidad, defendieron y aprobaron por unamidad varias propuestas para mejorar el acceso a la educación en todo el mundo, como la necesidad de contar con más ayuda oficial por parte de los Gobiernos desarrollados o de promover una educación en igualdad tanto para niños como para niñas. Los primeros en intervenir fueron los representantes de los Colegios Santa Teresa y Sagrado Corazón de León, Victor Juárez y Sara Domínguez, quienes se sentaron en los escaños que normalmente ocupan el consejero de Economía y el presidente de la Junta de Castilla y León. Mientras el primero defendió con intensidad la necesidad de romper las «bolsas de pobreza» que impiden a muchos niños ir a la escuela, Sara Domínguez afirmó que la intención de todos los allí presentes era la de convertirse ayer en «la voz de los sin voz». Por su parte, el presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago, explicó a los chavales la importancia del diálogo y la participación en un foro como el Parlamento autonómico, mientras que el portavoz de la UPL, Joaquín Otero, agradeció a los escolares su atención por cuanto es «mucha más de la que me prestan habitualmente los políticos», afirmó.