Juan Pablo II beatifica a la religiosa salmantina Eusebia Palomino

Juan Pablo II proclamó ayer en el Vaticano seis nuevos beatos, entre ellos la religiosa salmantina Eusebia Palomino Yenes (1899-1935), la mexicana María Guadalupe García Zavala (1878-1963) y la colombiana Laura Montoya (1874-1949). Los otros tres son el sacerdote príncipe polaco Augusto Czartoryski (1858-1893), nieto de la reina regente española María Cristina de Borbón y del duque de Riansares; la religiosa portuguesa Alejandrina María da Costa (1904-1955) y la italiana Giulia Nemesia Valle (1847-1916). Los nuevos beatos fueron proclamados a las 10.29 hora local (08.29 GMT), mientras los miles de presentes en la plaza de San Pedro rompieron en aplausos que duraron varios minutos y sonó música sacra. Centenares de banderas españolas, andaluzas, mexicanas y colombianas fueron también ondeadas por los asistentes. En la fachada principal de la basílica de San Pedro fueron descubiertos seis retratos de tamaño gigante de los nuevos beatos. El Papa pronunció la larga fórmula de beatificación en latín y con voz clara y fuerte. Tras la proclamación, el Papa estipuló que la fiesta de la beata española se celebre el 9 de febrero, la de la mexicana el 27 de abril, la de la colombiana el 21 de octubre, la del sacerdote polaco el 2 de agosto, la de la portuguesa el 13 de octubre y la de la italiana el 26 de junio. El obispo de Huelva, Ignacio Noguer Carmona, fue el encargado de solicitar al Papa la beatificación de la monja española salesiana sor Eusebia Palomino, mientras que el cardenal de Guadalajara (México), Juan Sandoval Iñiguez, pidió la de María Guadalupe García Zavala; y el arzobispo de Medellín (Colombia) solicitó la de Laura Montoya. Con estas beatificaciones, el número de siervos de Dios elevados a la gloria de los altares por Juan Pablo II en sus 25 años de Pontificado asciende a 1.334. A la ceremonia asistió una delegación española presidida por el ministro consejero de la embajada de España ante la Santa Sede, Luis Belzuz.