La ampliación de la UE no afectará a la minería y al campo leonés

Estonia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa, Hungría y Chipre son los diez nuevos países que acaban de entrar a formar parte de la Unión Europea (UE) no sin antes provocar algunos recelos y reservas sobre los efectos que se generarán en los otros 15. En Castilla y León también se habla de esta circunstancia en los foros políticos, empresariales y laborales con la vista puesta en la competencia de los productos que lleguen del este de Europa, en la cualificada pero barata mano de obra y en las dudas sobre la posible deslocalización de multinacionales que podrían decidir levantar sus fábricas en alguno de los diez nuevos miembros de la UE. Sin embargo, lejos de ser un obstáculo para los intereses de la comunidad, europarlamentarios del PP y del PSOE coinciden en que la quinta ampliación de la UE «es una oportunidad» para los intereses comerciales de las regiones españolas. Sin embargo, el director de Políticas Internas del Parlamento Europeo, el español Ismael Olivares, matiza que la incorporación de estos nuevos países producirá «sorpresas y disgustos», porque se producirá una «reforma de los mecanismos de equilibrio presupuestario» y recuerda que esta misma situación se produjo con la incorporación de España y Portugal en 1986. Por eso, subraya que los europarlamentarios de los países representados en el hemiciclo deberán poner en marcha sus dotes de «negociación» para, con la llegada de estos diez países, poner en marcha la habitual y permanente «articulación de intereses». Carbón y agroalimentción Por su parte, el vicepresidente del Parlamento europeo, el diputado español Raimon Obiols (PSOE), considera que la llegada de los nuevos países al organigrama de la Europa de los 15 «no supondrá una competencia» para los productos agroalimentarios de otras regiones españolas. Es más, en este sentido, cree que «es mejor que los diez estén dentro». En el caso de los productos de Castilla y León, apunta que si son de suficiente calidad y los mecanismos de distribución y comercialización son los adecuados «se minimizará el temido riesgo de deslocalización al estar estos países dentro de la UE». Asimismo, «no se pondrá en peligro la explotación del carbón procedente de las cuencas mineras españolas», afirma, porque las ayudas «están aseguradas». Sin embargo, sus compañeros del PP en Bruselas matizan que «el PIB de los diez nuevos países es el 40% de la media de la UE», y cuando España entró lo hizo con el 70%. Esto significa que los 15 deberán hacer sacrificios para aupar a los nuevos.