Torío presentó ante el CES el borrador del Libro Blanco del Desarrollo Local y el Empleo
La Junta pretende que la iniciativa local sea la impulsora del medio rural
El documento, que se completará este año, recoge los objetivos hasta el año 2010
Los agentes de desarrollo local, los grupos de acción local y las propias corporaciones municipales, entre otros colectivos, deberán ser los impulsores del desarrollo y del empleo en las zonas rurales de la comunidad. Así figura en el borrador del Libro Blanco del Desarrollo Local y el Empleo de Castilla y León que está elaborando la Junta y que ayer fue presentado ante el Consejo Económico y Social. Y es que, según explicó el viceconsejero de Empleo, Raimundo Torío, el objetivo es que las políticas encaminadas a desarrollar el empleo en el mundo rural empiecen a partir de las ideas que surgen en los propios territorios, algo que ya se recoge en la normativa europea. La idea es que las acciones que pongan en marcha vayan «de abajo a arriba», puesto que son los habitantes de cada zona los que mejor conocen sus propias necesidades. Tras presentarlo ayer en el CES, el Libro Blanco inicia un proceso de enriquecimiento que comenzará con el propio dictamen que formule este órgano consultivo y continuará con la incorporación de las ideas que aporten todos los agentes económicos y sociales que actúan en el mundo rural (cámaras de comercio, Cecale, sindicatos, diputaciones, organizaciones agrarias, etc. ). Según explicó Torío, la Junta espera tener todas esas aportaciones en el mes de junio, para de ese modo comenzar a redactar las conclusiones definitivos del Libro Blanco, que estaría listo para comenzar a aplicarse a partir del año que viene. Los inmigrantes, un potencial Entre las medidas que ya sugiere el actual borrador figura la necesidad de mejorar el acceso a las nuevas tecnologías en el medio rural y el aprovechamiento del gran potencial que para el desarrollo local supone la creciente población inmigrante que lleva a la comunidad. Objetivos muy optimistas En cuanto a los objetivos generales de empleo que se persiguen con todas las actuaciones que surjan dentro de este documento, Torío destacó el reto de pasar de los 948.300 ocupados del 2003, a 1.035.000 en el 2005 y a 1.235.000 en el 2010. Si bien reconoció que estos objetivos son «muy optimistas», apuntó que serían posible si se mantiene el ritmo de creación de empleo de los últimos años, que se sitúa entre los 15.000 y los 20.000 puestos de trabajo al año.