La Junta localizará los tramos viarios más y menos peligrosos

El objetivo es reducir a toda costa el creciente número de accidentes de tráfico que se produce cada año en las carreteras. Para ello, y dentro de la meta global establecida por el Libro Blanco del Transporte, que pretende recortar en un 50% los siniestros que se producen en los países miembros de la UE, la Junta dio ayer luz verde a la Estrategia para la Seguridad Vial en Castilla y León 2004-2008. Este documento, que constituye uno de los compromisos de investidura del presidente Herrera, viene a «dar respuesta a la epidemia silenciosa de nuestro tiempo», según calificó ayer el consejero portavoz de la Junta, Antonio Silván, la constante sangría de vidas humanas que se cobran los accidentes de tráfico. Para ello, la Estrategia, que no cuenta con un presupuesto establecido sino que es un cúmulo de actuaciones de los diferentes departamentos del Ejecutivo autonómico, pretende involucrar a toda la sociedad, desde la familia al ámbito educativo, pasando por la Sanidad y las infraestructuras, en la solución del problema. Entre las medidas más novedosas, la Estrategia incluye la localización de los tramos viarios potencialmente más peligrosos ya sean por sus propias cararacterísticas o por las circunstancias de su entorno (tramo de abundantes desplazamientos laborales, escolares o de ocio, etc.). Asimismo, la Consejería de Fomento también identificará los llamados «tramos blancos», que son todos aquellos en los que en los últimos ocho años no se ha producido ningún accidente con víctimas. Por otro lado, y según explicó el también consejero de Fomento de la Junta, la Estrategia establece una serie de actuaciones dirigidas a peatones, ciclistas, motoristas y conductores, cuya efectividad será analizada cada año por una comisión de seguimiento. Entre estas actuaciones, Silván destacó las encaminadas a prevenir y evitar malos hábitos como el uso del teléfono móvil sin sistema de manos libres mientras se conduce, así como las destinadas a ir cubriendo las barreras de protección o «quitamiedos» que en ocasiones producen graves lesiones a ciclistas y motoristas en caso de accidente. Distracción y velocidad Según los datos aportados por la Consejería de Fomento, el año pasado 412 personas perdieron la vida en accidente de tráfico en Castilla y León. La distracción y la velocidad inadecuada fueron las principales causas del 45% del total de accidentes que se produjeron en España, mientras que el 40% se debieron fundamentalmente a la conducción bajo los efectos del alcohol. Sólo un 15% del total de accidentes fueron provocados por el propio estado de las carreteras. En el conjunto de la UE cada año fallecen más de 40.000 personas en las carreteras.