La actual propuesta supondría el fin del cultivo y por lo tanto de las seis fábricas de la comunidad
Valín advierte de que la reforma del azúcar acabará con todas las industrias
En el peor de los casos la Junta calcula que se verían afectados hasta 18.000 trabajadores U
La primera consecuencia de la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del azúcar, tal y como se ha planteado hasta ahora, es el fin indiscutible del cultivo de la remolacha en Castilla y León. En segundo lugar, y de manera inevitable, esto supondría acabar con la industria que se dedica a la transformación de la remolacha, así como con todos los puestos de trabajo indirectos (transporte, maquinaria, fitosanitarios, etc.) que rodean a este sector. Así lo aseguró ayer el consejero de Agricultura, José Valín, quien afirmó que de aprobarse la actual propuesta de reforma del azúcar se cerrarían todas las molturadoras de Castilla y León. En total, y en el peor de los casos, se estima que la reforma del azúcar que se ha planteado en el seno de la Comisión Europea afectaría de lleno a unos 18.000 trabajadores de la región, entre los que se incluyen 11.000 cultivadores de remolacha, unos 2.000 empleados de las seis molturadoras castellanas y leonesas y más de 4.000 empleos indirectos. Mantener la unidad Por todo ello, el consejero de Agricultura, -que ayer mantuvo una reunión con los líderes regionales de UGT, Fermín Carnero, y CCOO, Angel Hernández, para analizar la reforma de la OCM-, destacó la necesidad de mantener la unidad alcanzada entre todas las Administraciones una vez que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ha asumido que «ésta es una cuestión de Estado» en la que «la voz cantante la debe llevar la ministra», según explicó, no sin insistir en que el Estado contará con todo el apoyo de la Junta de Castilla y León. Valín reiteró que esta propuesta sólo beneficia a Francia y Alemania (principales países exportadores de azúcar) en detrimento del resto de países de la UE. Según explicó, con un precio medio de 4.600 de las antiguas pesetas (27 euros) por Tm de azúcar, más la ayuda desacoplada, a ningún agricultor de la región ni del resto de España le seguirá interesando cultivar remolacha ya que los costes de producción son más altos que en otros países de la UE.