La mayoría de la UE está conforme con retrasar el debate hasta el 2006
España liderará a los países que rechazan la reforma del azúcar
La ministra confirma la participación de Castilla y León en la nueva Comisión negociadora Coag viaja a Bruselas para obten
Los portavoces de los grupos parlamentarios de la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados brindaron ayer su apoyo a la titular del departamento, Elena Espinosa, en las negociaciones para reformar el sector del azúcar, a la vez que expresaron su más absoluto rechazo a la comunicación sobre la modificación del régimen azucarero. Espinosa compareció para explicar la situación de las negociaciones sobre esta reforma, que afecta en especial a Castilla y León, y reiterar que sólo es una comunicación de la Comisión y por lo tanto no debe considerarse una propuesta formal. La ministra, que repasó todos los puntos que figuran en el texto de la Comisión, aseguró que esta reforma es una «cuestión de Estado», tal y como se comprometió el presidente del Gobierno y afirmó que existe un total consenso con el sector y las comunidades para abordar esta reforma. En este consenso, señaló la incorporación de Castilla y León al proceso negociador dentro de la delegación española. Por ello, pidió que no se «abran fisuras» en el Parlamento, ya que las negociaciones se avecinan complejas, a la vez que afirmó que «no es el momento de alarmismos» y quiso transmitir tranquilidad al sector. También recordó que la mayoría de Estados miembros se han mostrado a favor de retrasar la reforma y que incluso la propia Comisión ha reconocido que ésta no se aplicará hasta 2006. Además, señaló que está pendiente la resolución del panel de la Organización Mundial de Comercio interpuesta contra las ayudas al azúcar de la UE y que sería conveniente despejar estas incógnitas antes de modificar el régimen. Igualmente, informó de que España pretende liderar un grupo de rechazo a esta reforma, formado por Italia, Grecia, Portugal, Finlandia e Irlanda, aunque matizó que todos los nuevos estados han expresado su malestar por algún punto del texto y que incluso Alemania y Francia no consideran equilibrada esta propuesta.