Diario de León

Bajo el lema «Un techo por derecho» se celebró en Valladolid el día de las personas sin hogar

Más de 12.000 castellanos y leoneses viven en la calle, según Cáritas

Las asociaciones benéficas recuerdan que la lucha contra la pobreza no es asunto exclusivo del Estado

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ical | valladolid

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Cáritas y la Federación de Asociaciones de Centros para Integración y Ayuda a Marginados (Faciam) recordaron, con motivo del Día de los Sin Techo que se celebró en ayer en Valladolid, que 27.000 personas viven en condiciones de precariedad y «sin techo» en toda España y, casi 12.000 de ellas en Castilla y León. Bajo el lema «Los dos viven en la calle, pero sólo uno es de piedra. Un techo por derecho», las organizaciones que luchan contra la exclusión afirmaron que «todos somos responsables» de esta situación por «nuestra cultura social, cada vez más anclada en el individualismo, el consumo y la insolidaridad o la culpabilización del pobre». Para paliar esta situación en la comunidad, Cáritas cuenta con 271 voluntarios y 53 personas contratadas para atender las 250 plazas en los centros de acogida repartidos en todas las capitales de provincia y algunas localidades de Castilla y León como Astorga, Saldaña, Arévalo y Guardo, entre otros. En cambio, el albergue de León, depende de la Fundación San Juan de Dios. El presupuesto para mantenerlos es de 1.294.632 euros según datos del año 2003, un dinero que proviene, principalmente, de donaciones y subvenciones. Próximo objetivo Como objetivo para el 2005, estas asociaciones se proponen garantizar las necesidades básicas, ya que el gasto actual en los centros asciende a 12 euros por persona y día, mientras que hace cuatro años era de 18 euros. También pretenden proporcionar más estabilidad a los «sin techo», debido a que estas personas sólo pernoctan de media dos o tres días en los centros, algo que, según Cáritas, «dificulta su integración y su recuperación social». Las asociaciones de ayuda consideran que el drama de los «sin hogar» lo provocan las crisis de carácter económico-laboral (pérdida de empleo, jubilación anticipada, ruina empresarial, pensión insuficiente), psicológico (adolescencia conflictiva, consumo de alcohol o droga y ludopatía), afectivo (ruptura conyugal, violencia doméstica) o institucional (salidas de la cárcel, de centros psiquiátricos o de orfanatos).

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