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El sector es responsable de la gestión de los residuos que se originan en las explotaciones

Los ganaderos exigen la creación de 14 nuevas plantas de purines

Las diez instalaciones que existen en la actualidad no cubren las necesidades de la comunidad

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León

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Ganaderos y asociaciones agrarias castellanos y leoneses instaron a la Junta a construir 14 plantas de recogida y tratamiento de purines y otros residuos de las granjas de la comunidad, que según los sindicatos dependen en su mayor parte de subvenciones estatales. La recogida de residuos ganaderos en Castilla y León «es una cuestión eterna, a causa de la necesidad de ampliar el número de plantas en la comunidad», según el veterinario coordinador de la Federación de Explotaciones de Acreditación Sanitaria (Feaspor), Mariano Herrero. Tanto para esta federación como para Asaja y Coag, la normativa aprobada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta en junio del 2001 «contiene algunas lagunas». Por su parte, fuentes de la Consejería afirmaron que, aunque existe una normativa, no hay un plan como tal que permita la facilidad de la recogida de esos residuos, aunque está en proceso. Sólo diez en la actualidad En estos momentos funcionan en Castilla y León diez plantas de tratamientos de purines. La provincia que más tiene es Soria, con cuatro, ubicadas en Almazán, Ágreda, Los Rábanos y Langa de Duero. Le siguen con dos, Burgos (Milagros y Tordomar), Segovia (Fuentemilanos y Nieva), y Valladolid (Fompedraza y Hornillos de Eresma). El resto de provincias de la comunidad no posee de ninguna. En cuanto a la capacidad de tratamiento, Castilla y León puede soportar ahora mismo hasta 2.175 toneladas al día de purines. De todas las plantas, las situadas en Soria y la de Hornillos de Eresma, en Valladolid, las que más toneladas por día pueden tratar, con cerca de 400. La provincia de Segovia es la que más necesitada se encuentra de plantas con gran capacidad, ya que actualmente sólo funcionan dos y entre ambas tratan 35 toneladas al día. Según Feaspor «la planta de Turégano se mantiene cerrada a causa de problemas con las asociaciones ecologistas», por lo cual la capacidad en esta provincia se ve peligrosamente mermada. Los productores de ganado de Castilla y León, sobre todo porcino, solicitaron 14 plantas más a la Junta, aunque según Herrero «alguna menos cubriría las necesidades». Actualmente la responsabilidad de la gestión de los residuos recae en los propios ganaderos, que tienen la obligación de verter los purines en un número determinado de hectáreas. En el caso de no disponer de ellas, las plantas de recogida se encargarían del estiércol y lo reconvertirían en gas o electricidad. Los residuos ganaderos se dividen en tres tipos: purines, cadáveres de animales y los relacionados con medicamentos.