La ministra dice que el futuro del vino pasa por su comercialización
La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, destacó ayer que el plan estratégico para el sector del vino estará finalizado, previsiblemente, en el primer semestre de este año, un documento «muy ambicioso» para el que será necesario que se involucre «todo el sector y las comunidades autónomas». Espinosa explicó que profundizará en acciones que «permitan adaptar la oferta al mercado, a través de mecanismos de regulación, el aumento y la mejora de la comercialización de los vinos, la consolidación, apertura de nuevos mercados y la promoción del consumo de vinos españoles». Este plan, según la ministra, será imprescindible «en un contexto difícil, sin ser pesimista», ya que la producción aumenta y el consumo se estanca o desciende, como en España. Asimismo, subrayó que el documento deberá contener reflexiones para hacer frente a los retos de la futura reforma de la OCM del Vino, que se empezará a plantear a finales de este año o comienzos del que viene. La titular de Agricultura quiso reconocer el esfuerzo realizado por todo el sector tanto en productividad como en calidad, aunque recalcó que «ha habido cierta dejadez en cuanto a comercialización». «Hemos perdido nuestro histórico sentido fenicio», agregó. En este sentido aclaró que «una vez conseguida la calidad», no hay que abandonarla y seguir profundizando en ello, aunque hay «que meter el acelerador para colocar nuestros vinos en todo el mundo». «El viñedo y el vino son un motor de primera magnitud, un elemento fundamental para la ocupación del territorio y del desarrollo agrosostenible en numerosas comarcas de nuestro país», sentenció. Por su parte, el presidente de Protos, Miguel Ángel Carrascal, concretó que las nuevas instalaciones responden a la falta de espacio de sus bodegas actuales. Al respecto, aclaró que quieren seguir siendo «los primeros en la Ribera del Duero», y en la actualidad no tiene capacidad para aumentar su producción, que se sitúa en 2,7 millones de botellas. En este sentido, precisó que la nueva bodega servirá para almacenar dos millones de botellas y procesar entre 500.000 y 600.000 kilos de uva de los viñedos de mayor calidad. Las nuevas instalaciones, que se inaugurarán previsiblemente a mediados de 2006, contarán con una superficie de 20.000 metros cuadrados.