Diario de León

| Crónica | A siete días vista |

Sin duda, no hay nada peor que la indiferencia

Zapatero ha sufrido en sus carnes el mismo desdén que hasta ahora sufría en solitario, que no en silencio, el consejero de Fomento

Publicado por
Rosa Masegosa - valladolid
León

Creado:

Actualizado:

Parece mentira, pero al final va a ser verdad que José Luis Rodriguez Zapatero y Antonio Silván tienen en común algo más que el simple hecho de presumir sobre su origen leonés. Y es que en los últimos días Zapatero ha sufrido en carne propia la profunda decepción que se siente cuando alguien pasa olímpicamente de recibirte, -de hablar contigo, en definitiva-, como le acaba de suceder con el todopoderoso George Bush. Casi, casi la misma sensación de estar siendo menospreciado que durante los últimos once meses ha sentido el consejero de Fomento a causa de su inexistente relación con la ministra del ramo, Magdalena Álvarez. Por algo dicen que no hay nada peor que la indiferencia, claro que esta estrategia, como todas, puede ser utilizada en ambas direcciones. Así, mientras la primera no se digna a recibir al consejero leonés, éste no ha vuelto a reclamarle, al menos en público, la dichosa entrevista que, a la vista del tiempo transcurrido, más que una reunión podría convertirse en toda una conferencia sobre las infraestructuras de la comunidad. Claro que para ausencia de entrevistas, las del nuevo director general de Vivienda, Gerardo Arias, quien desde que tomó posesión de su cargo, el pasado octubre, no ha concedido ni una sola. Y como siempre, los problemas surgen por la falta de diálogo. Eso es al menos lo que trató de transmitirle el secretario regional del PSOE al presidente Herrera en el último encuentro que éste mantuvo a tres bandas con los grupos políticos con representación en las Cortes. Que el Ejecutivo autonómico deje fluir el diálogo con el central, que deje de tensar las relaciones en algunas áreas, -en clara alusión a la de Fomento-, y que ya verá qué bien le va a ir entonces, consejo al que Herrera hizo oídos sordos con un lacónico «no soy yo el que he cerrado la puerta de mi despacho», o algo parecido, porque con tanta subordinada... Luego está lo de la agenda política abierta en torno a la reforma del Estatuto y a la negociación sobre financiación autonómica. Que si una debe ser antes que la otra, que si los partidos deben estar informados antes de que el presidente explique su propuesta sobre el Estatuto en el próximo debate sobre el estado de la comunidad, en el que, por otro lado, parece que al final de lo único que no se va a hablar es del estado de la comunidad... Menos mal que esta vez la UPL se ha subido al barco y ha decidido remar en el mismo sentido que el resto, es decir, hacia el máximo nivel de competencias. Eso sí, por favor, que no les toquen la identidad. La identidad, castellana y leonesa, por supuesto. Por ahí no pasan.

tracking