| Reportaje | Amenaza que acecha |
Camino del olvido en los pastos
La comunidad alberga doce razas ganaderas de renta autóctonas de protección especial o en peligro de extinción
Castilla y León cuenta con 12 razas ganaderas de renta autóctonas censadas que se encuentran catalogadas como de Protección Especial o en Peligro de Extinción. De estas, nueve tienen limitado el censo prácticamente a la comunidad y cuentan con una asociación para su control y defensa reconocida por la Consejería de Agricultura. En concreto y según la información facilitada por la Junta a Ical, dentro de las razas que habitan casi exclusivamente en la autonomía, las que se encuentran en mayor peligro de desaparecer son la variedad Bociblanca de los bovinos de la Avileña-Negra Ibérica, y el caballo Losino, con apenas 120 y 200 ejemplares, respectivamente. Asimismo, en bovinos la Serrana Negra y la Monchina tampoco se encuentran en su mejor momento, con 700 y 450 animales censados. En mejor situación están la Alistano-Sanabresa, con 1.700 ejemplares, y la Sayaguesa, con 1.500. Por lo que respecta al ovino, existen unos 7.500 animales de Ojalada, y en razas equinas, quedan unos 1.570 asnos Zamorano-Leonés y 3.200 caballos Hispano-Bretón. A estas especies, habría que sumar 1.200 ovejas Castellana de variedad negra, 94.000 cabras de la Agrupación Serrana, y 15.000 de Guadarrama. Desde el servicio de Medios y Producción Ganadera de la Junta, Palma Maceda reconoció que estas especies «no son muy rentables» frente a las razas procedentes de «cruces industriales» en productividad. Sin embargo, insistió en que pueden competir en calidad, por lo que sentenció que «sí tienen futuro», ya que el ciudadano tiene al consumo de productos cualitativos, no cuantitativos. Al respecto, alabó la labor realizada en torno a la raza Alistano-Sanabresa.