Poco astado para demasiada carrera

Mantelero, el toro enmaromado que este año protagonizó las fiestas de Benavente (Zamora), defraudó a las miles de personas que se dieron cita en las calles de la ciudad y tuvo que ser sacrificado antes de la mitad del recorrido, al ser incapaz de completar el trayecto. En la carrera del astado atado a una maroma de la que tiran los corredores, Mantelero no causó heridas por asta de toro aunque sí que dio varios sustos y hubo ocho personas heridas por contusiones y magulladuras que tuvieron que ser atendidas en el hospital comarcal de Benavente, según informaron a Efe fuentes hospitalarias. Los dos heridos de mayor consideración presentaban uno una herida en la cabeza a consecuencia de un golpe y otro en el pecho, por lo que tras una primera atención en el hospital de Benavente fueron trasladados a centros hospitalarios de León y Zamora, según informó a Efe la concejal de festejos de Benavente, Ruth Ramos. El toro enmaromado de este año fue sacrificado sobre las 20.50 horas, una hora y veinte minutos después de iniciarse el recorrido y tras permanecer una media hora en la plaza de San Martín, sin querer avanzar. La concejala de Festejos reconoció que la carrera de Mantelero defraudó ya que se esperaba que completara el recorrido por las calles de Benavente y ni siquiera llegó a la mitad del trayecto.