El pesimismo económico, principal rasgo de los castellanos y leoneses

Un «visible y constante pesimismo» respecto a la situación económica y de desarrollo de Castilla y León define a los castellanos y leoneses, según se recoge en el Barómetro de Castilla y León (Barocyl) 2005, cuyos resultados revelan también que los ciudadanos ven en el paro el principal problema de la comunidad. Según las conclusiones de este estudio, financiado por la Fundación Caja Duero y realizado por el Grupo de Investigación de Opinión Público de Castilla y León, por provincias, los zamoranos y leoneses son quienes manifiestan su pesimismo más abrumadoramente, mientras que los vallisoletanos son más optimistas en este ámbito. Como principal problema, los ciudadanos destacan el desempleo, con independencia del lugar de residencia, aunque en este apartado, León y Palencia también muestran preocupación por la falta de tejido industrial, Salamanca lo hace por las infraestructuras y comunicaciones, Segovia respecto a la vivienda y Avila y Soria en cuanto a la despoblación y el envejecimiento. Políticos poco conocidos Poco interesa a los castellanos y leoneses la realidad política de la comunidad, lo que deriva en un seguimiento desigual de la información política y un destacado desconocimiento de los líderes y representantes autonómicos. Así, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, es conocido por el 67,3% de los ciudadanos, mientras que menos de la mitad de los encuestados (48,3%) sabe quién es el secretario regional del PSOE, Ángel Villalba. El presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago, es desconocido para el 85% de los habitantes de la comunidad, mientras que el porcentaje de conocimiento de la mayoría de los consejeros de la Junta no supera el 30%. Además, sólo Herrera recibe un aprobado de los ciudadanos de la comunidad (5,1). Valoración de los instituciones A la hora de valorar la actuación de las instituciones, los encuestados aprueban a las Fuerzas de Seguridad del Estado y las Armadas, así como a la Monarquía, el Gobierno nacional y a su ayuntamiento, pero suspenden a los partidos políticos, la Iglesia, la Administración de Justicia, el Ejecutivo autonómico, la Diputación y los sindicatos. Ideológicamente los ciudadanos de esta comunidad se definen como de centro aunque con tendencia a posiciones conservadoras, algo que varía por provincias: Zamora, Palencia, Valladolid y Salamanca se decantan más por la derecha, mientras que los sorianos y segovianos están más orientados hacia el centro-izquierda.