Patrimonio en tres dimensiones

Un globo de helio, una cámara fotográfica digital y la informática son los tres principales instrumentos con los que trabajan un grupo de investigadores de la Escuela Politécnica Superior de Ávila, de la Universidad de Salamanca, en el proyecto Imágenes Aéreas para la Modelización 3D del Patrimonio, el Imap3D. Con ellos, han logrado desarrollar un nuevo sistema que permite la documentación cartográfica de yacimientos arqueológicos y de edificios de interés histórico-artístico y su modelización en tres dimensiones, con múltiples aplicaciones para la conservación, protección y rehabilitación del patrimonio. Se trata de un sistema cartográfico que ayuda a mejorar la documentación del patrimonio histórico de Castilla y León, en el que participan alumnos universitarios y que coordina el director de la Escuela Politécnica Superior de Ávila, Manuel Álvarez-Claro, junto con el subdirector del Departamento de Ingeniería Cartográfica y del Terreno, Javier Gómez de la Hoz. Los estudios se incluyen dentro de la Estrategia Regional de I+D+i y cuentan con la financiación de la Junta de Castilla y León. El Imap3D puede aplicarse para planificar la restauración de objetos en avanzado estado de deterioro en los que se hace necesario, para recuperar cartográficamente su geometría, emplear el recurso de la visión en relieve a partir de fotografías, obteniendo así una visión estereoscópica artificial del objetivo a estudiar. Esta investigación ha permitido obtener hasta el momento grandes logros. En Ávila, por ejemplo, el estudio desde el aire y el trabajo posterior en la Universidad permitieron descubrir el trazado exacto de la muralla del castro vettón de Las Cogotas, corrigiendo así los estudios del arqueólogo José Cabré. El objetivo del equipo es seguir realizando la cartografía y modelización en 3D de todos los castros de la provincia, dados los buenos resultados obtenidos en uno de ellos. Este método persigue crear una metodología cartográfica adecuada y sencilla para poder estudiar con precisión el patrimonio y obtener de él todos los datos precisos para su conservación y rehabilitación. El responsable del proyecto, Javier Gómez de la Hoz, indicó que «el equipo ha realizado ya trabajos en el Santuario de la Virgen de Sonsoles, el yacimiento vettón del Castro de las Cogotas, y fuera de las fronteras de la provincia, los yacimientos romanos de Clunia en Burgos, de Julióbriga y la iglesia de la Virgen de Retortillo, ambas en Cantabria». También se ha realizado la cartografía del nuevo campus universitario. Además de los fines estrictamente investigadores, los profesionales que desarrollan este proyecto pretenden implicar a la sociedad en general para que participe en la documentación y disfrute de los bienes patrimoniales. Por ello, sus esfuerzos se centran en idear un sistema de fotografía aérea de bajo coste, así como la simplificación al máximo de la aplicación informática para que sea accesible a todos los públicos. El Imap3D se basa en la fotogrametría de bajo coste, por lo que se utiliza un globo de helio de diez metros cúbicos que se maneja desde tierra, aunque la idea es utilizar también cometas, parapentes o paramotores, evitando otros medios aéreos como los aviones que hacen que se dispare el presupuesto. El objetivo se delimita con marcas de color rojo. La mayor dificultad radica en controlar los aparatos en días de viento. Desde el aire, se obtienen los primeros datos para crear una cartografía digital de edificios o yacimientos arqueológicos que admite aplicaciones multimedia e interactivas accesible mediante CD o internet. Desde las alturas, puede accederse a elementos ocultos para la vista como por ejemplo las cubiertas o la visión global de un yacimiento. Para la modelización, se utilizan pares de fotografías tomadas con eje vertical con las que se puede recrear el terreno de manera tridimensional a través de la visión estereoscópica artificial. Los datos que ofrecen estas fotografías deben completarse con imágenes que cubran todas las caras del objeto o superficie que se desea reproducir, desde la mayor cantidad de puntos de vista posibles. De este modo, a partir de imágenes planas se consigue dar volumen a partir de la toma y unión de fotografías que representan una línea recta del espacio que se quiere cartografiar.