La Junta pide ideas para redactar el plan de residuos industriales

El consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, acordó ayer con los portavoces parlamentarios del área abrir un plazo de dos meses y medio, hasta mediados de octubre, para recibir propuestas y sugerencias en torno al borrador del Plan de Residuos Industriales de la Junta de Castilla y León que se presentó esta semana. «Podríamos ir más deprisa, pero nos interesa alcanzar el máximo consenso en este tema», señaló el consejero, quien avanzó que «antes de un año» puede quedar aprobado el documento. De este modo, durante este «plazo de examen» se admitirán las propuestas de los agentes sociales y económicos de la sociedad, que podrán formular en el marco del Consejo Asesor, así como los de los grupos parlamentarios con representación en las Cortes. «Se trata de un documento abierto, que pretende ser la base para alcanzar un buen acuerdo y, por lo tanto, nos gustaría que este proceso culminara con dos objetivos: tener un buen Plan de Residuos Industriales y que dicho Plan se aprobara con el consenso de la sociedad», insistió Fernández Carriedo. Según el consejero de Medio Ambiente, durante la reunión de ayer, los portavoces de los grupos parlamentarios no realizaron ninguna valoración - «no era el momento de hacer observaciones»- y resaltó que los principales acuerdos a los que llegaron se refirieron a la necesidad de alcanzar un consenso, a la imposición del plazo de estudio y, en tercer lugar, a que el contacto con los grupos políticos debe ir «más allá de la aprobación del propio Plan», porque, a su juicio, «si algún tema social requiere del máximo consenso político y de toda la sociedad es precisamente el de los residuos», concluyó contundente. Objetivos del Plan En este sentido, el responsable de la política medio ambiental de la comunidad hizo especial hincapié en el «peso relevante» del sector industrial en Castilla y León, que aporta casi el 27 % del PIB de la región, según indicó. «Si hemos optado por un modelo de economía basada en el sector industrial, no podemos esconder la cabeza debajo del ala» en cuanto al tratamiento de los residuos que generan las industrias, «es un problema que hay que atajar», aseguro el consejero. Asimismo, recordó que actualmente se producen 150.000 toneladas anuales de residuos peligrosos y cuatro millones de no peligrosos y que el futuro Plan pretende reducir drásticamente su crecimiento tendencial en un 15 % en el caso de los primeros y un 4 %, en los segundos. Otro objetivo prioritario es aumentar el porcentaje de valorización de esos residuos, que actualmente sólo supone una tercera parte de lo que se genera -el resto se elimina-. Finalmente, se incentivará la construcción de infraestructuras para el tratamiento residual, en los siguientes términos: una planta de transferencia en cada polígono industrial que supere 10 hectáreas; al menos tres sistemas integrales de tratamiento de residuos en el conjunto de la región; y siete centros para el tratamiento de residuos orgánicos de carácter industrial en Castilla y León, según detalló el consejero de Medio Ambiente. Para todo ello, la comunidad autónoma cuenta con un presupuesto de 137,5 millones de euros hasta el año 2010, de los que el 88 % serán aportaciones privadas y el 12 % restante será financiado por el Gobierno regional.