| Reportaje | Memoria Histórica |
Desterrando los recuerdos
Ciento veintisiete personas fusiladas durante la Guerra Civil en Aranda de Duero recibieron sepultura en el cementerio burgalés, después de que se recuperaran sus cuerpos de dos fosas comunes
Los restos de 127 personas fusiladas durante la Guerra Civil en Aranda de Duero (Burgos), que fueron recuperados de dos fosas comunes, recibieron ayer sepultura en el cementerio de este municipio burgalés. Los restos fueron depositados en una tumba conjunta del cementerio, donde se ha instalado un monolito en el que aparecen todos los nombres de las personas que fueron fusiladas entre 1936 y 1939 en Aranda de Duero. Antes de la inhumación tuvo lugar en la Casa de Cultura un acto de homenaje a los represaliados en la Guerra Civil donde se dieron cita más de un centenar de familiares de las víctimas, autoridades políticas y representantes sindicales. En el acto se encontraban el secretario del Grupo Socialista en el Congreso, Diego López Garrido, el secretario autonómico del PSOE en Castilla y León, Ángel Villalba, el alcalde de Aranda de Duero, Angel Guerra (PP), y el secretario provincial de UGT en Burgos, Julián Juez. Diego López Garrido se felicitó porque «por fin la democracia española ha sido capaz de restituir la justicia» y el Estado ha tomado la iniciativa para recuperar la memoria histórica. López Garrido afirmó que este acto sirve para hacer autocrítica de la democracia por no «haber podido hacer este tipo de cosas mucho antes», ya que durante mucho tiempo «se confundió la amnistía con la amnesia. Vamos acabando con la nefasta cultura del olvido», aseguró Diego López Garrido.