La autopsia confirma la muerte por asfixia de los jóvenes de Benavente

Los forenses de los Juzgados de Zamora concluyeron ayer, tras cinco horas de intervención, la autopsia de los cadáveres de los tres jóvenes que el viernes fueron encontrados sin vida en una casa deshabitada de las afueras de Benavente en la que se produjo un pequeño incendio. Aunque no han trascendido los resultados de la autopsia, la hipótesis de la investigación apunta a que la muerte de los jóvenes, de entre 17 y 18 años, se produjo por inhalación de monóxido debido a un fuego que se originó en el sofá de la casa, a la que habían entrado las víctimas tras forzar la cerradura, según fuentes de la investigación. La larga autopsia, se realizó en el instituto de Medicina Legal de Zamora, ubicado en el cementerio municipal, hasta donde fueron trasladados los cuerpos sin vida. Funeral por los fallecidos Tras la autopsia, los cadáveres fueron trasladados de nuevo a Benavente, donde ayer por la tarde se celebró el funeral por las víctimas en la iglesia de El Carmen de Benavente, según informaron a Efe fuentes de la funeraria encargada del traslado de los cuerpos. Las víctimas mortales son los hermanos Óscar y Oliver J. L., de 18 y 17 años respectivamente y naturales de Benavente, y su amigo José M.I., de 17 años y natural de la localidad vecina zamorana de Manganeses de la Polvorosa. El subdelegado del Gobierno en Zamora, Carlos Hernández, aseguró que todas las hipótesis apuntan a que los tres jóvenes «entraron en el chalet probablemente para tomar unas copas en un lugar apartado», cuando fallecieron por asfixia al inhalar el humo de un incendio en la vivienda deshabitada. La causa del incendió, señaló Hernández, «parece ser un cigarro que prendió un sofá de escay y a consecuencia del humo los tres jóvenes se asfixiaron», porque aunque los cuerpos presentaban algunas quemaduras las primeras investigaciones señalan la inhalación de humo como la causa de la muerte. Los cadáveres aparecieron cerca de una de las puertas de la casa que habían forzado, señaló Carlos Hernández, «por lo que la manilla estaba rota y al parecer por eso no pudieron salir», quedando atrapados en la vivienda hasta que el humo resultado del incendio les provocó la muerte. La madre de uno de los tres jóvenes fallecidos había presentado la denuncia por desaparición alrededor de las tres de la tarde del mismo día del suceso, según aseguró el subdelegado, «pero el aviso del dueño de la viviendo donde aparecieron los cadáveres llamó sobre las seis de la tarde aproximadamente».