Las asociaciones achacan este porcentaje a la dificultad de conseguir pruebas para los juicios
Sólo el 33% de los juicios de violencia doméstica acaban con una condena
En el 25% de los casos son absueltos y el 42%, suspendidos por falta de pruebas
Las últimas estadísticas ponen de manifiesto que uno de cada tres juicios por violencia doméstica termina con sentencia condenatoria en Castilla y León. Así, de los 559 procesos que concluyeron durante el primer trimestre del presente año, 186 lo hicieron con una condena para el presunto maltratador, lo que representa el 33% del total. Por el contrario, 145 imputados fueron absueltos, lo que representa el 25%. Mientras, en 228 casos (42%) el proceso fue sobreseído, esto es, suspendido por falta de causas que justifiquen la acción de la justicia. Para la vicepresidenta y abogada de la Asociación de Asistencia de Víctimas de Malos Tratos de Valladolid, Isabel Palomino Cerezo, la causa del «bajo» número de sentencias condenatorias hay que buscarla en el sistema de juicios rápidos que, en su opinión, no es adecuado para este tipo de procesos. «La mayor parte de las absoluciones se producen por la falta de pruebas para condenar. Una semana o quince días no es tiempo suficiente para recopilar todas las pruebas necesarias y el maltrato psicológico es difícil de probar», expuso en declaraciones a Ical. Miedo, chantaje y dependencia La misma estadística, elaborada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y a la que tuvo acceso Ical, señala que el 10% de las denuncias acaban retirándose por parte de la víctima. Así, en el primer trimestre de 2005 se retiraron 116 de las 1.182 que se tramitaron. Según Palomino, esto se debe en la mayor parte de los casos al miedo que sufren las denunciantes, aunque advirtió, «en otras ocasiones es porque desconfían del proceso que acaban de comenzar con su denuncia». Las otras causas hay que buscarlas en la dependencia económica y en el arrepentimiento. En este último aspecto juega un papel esencial el «chantaje emocional al que son sometidas las víctimas». Para la vicepresidente de la organización hay más violencia cuando la relación está más asentada, ya que «el agresor se siente con más derecho sobre la víctima». En total, se produjeron 1.182 denuncias en la Comunidad en el periodo citado: 171 provinieron de hombres, lo que supone un 15% del total de los requerimientos. De esta cantidad, 11 fueron de ciudadanos extranjeros y siete, de menores de edad. Las 1.031 restantes pertenecen a mujeres, lo que supone el 85%, y 866 denuncias fueron tramitadas a instancia de españolas y 165 de extranjeras. «El problema de las mujeres inmigrantes (dos de cada diez mujeres maltratadas) se agrava cuando se encuentran sin papeles», dice Isabel Palomino. En la comunidad se dictaron 361 órdenes de protección durante el primer trimestre del año, de las cuales el 90% (335) se tramitaron para proteger a mujeres y el 10% (35) a hombres. Con este tipo de medidas se intenta proteger a la víctima de violencia doméstica, así como a sus hijos e hijas, familiares y bienes. Para Isabel Palomino, estas medidas, aunque pueden llegar a intimidar al agresor, no llegan a proteger a las víctimas. Esto, a su juicio, lo demuestra la cifra de 40 mujeres que perdieron la vida en España en lo que va de año. «Es un terrorismo domestico, oculto, que no nos llama tanto la atención como el de ETA pero que se cobra más víctimas», afirmó.