Los jóvenes diseñadores, los más atrevidos en la semana de la moda
Son jóvenes, arriesgados, vanguardistas, y tienen ya calidad más que suficiente para poder asegurar el futuro de la moda de Castilla y León. La Pasarela de la Moda de Burgos cumple para ellos una función esencial, la de trampolín necesario en un sector tan competitivo para poder mostrar, con la cabeza bien alta, las creaciones más innovadoras de la región, posiblemente las que más expectación provocan entre los medios especializados y los profesionales de la moda que acuden a la cita burgalesa. Para algunos es la primera vez que se presentan en su tierra, otros ya atesoran algún premio en las anteriores ediciones del certamen, pero todos compartieron ayer los nervios de las últimas horas, antes del momento de la verdad. Son cinco jóvenes con seis colecciones, seis estilos, seis formas de concebir la pasarela, seis apuestas de futuro. Entre las primerizas del certamen burgalés está Isabel Luaces, quien se confesó «nerviosísima» ante la cita de ayer, ya que además presenta dos marcas, la que lleva su nombre y Émel, firma que comparte con Alicia Morago. Por primera vez mostrará en Burgos su propia marca, en la que destacó los tejidos artesanales que utiliza en seis diseños «muy elaborados y trabajados». En el caso de Émel, la línea es más «divertida», con colores muy vivos. También, es nueva en este certamen Eugenia Ortiz, que pondrá sobre la Pasarela la experiencia que ha adquirido después de seis años trabajando en París, la capital de la moda, en la que reconoce que ha aprendido que «hay una abertura increíble de culturas, de ideas, de propuestas» y, dentro de todo ello, que «lo interesante es el respeto al trabajo del diseñador». Desde hace dos años y medio vive «a caballo» entre la capital francesa y Valladolid, donde ha creado su propia empresa, pero aún son los parisinos sus principales clientes, según admite. Eugenia Ortiz presentará seis diseños de «pret-a-porter para mujer de gama alta, dirigida a boutiques».