El plan de seguridad prevé el trabajo conjunto de policía y Guardia Civil

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, anunció ayer en Salamanca, la elaboración de un plan de mejora de los servicios de seguridad en Castilla y León, en el que se contemplará el trabajo conjunto de la Policía Local, Policía Nacional y la Guardia Civil. Alejo explicó que tras el «éxito» de la Cumbre Iberoamericana en materia de seguridad, las conclusiones obtenidas tienen que servir para el diálogo, ya que se ha conseguido un trabajo coordinado entre todas las Fuerzas de Seguridad «muy bueno y efectivo». Al aumento de la plantilla que heredaron «incompleta», apuntó, hay que sumar una mayor coordinación en el trabajo. En este sentido, el delegado del Gobierno agradeció la labor de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que tan sólo se produjeron incidentes «anecdóticos» como por ejemplo la frase típica de «usted no sabe quien soy yo», una vez pedida la acreditación pertinente, el rescate de un gato dentro del Patio de Escuelas o la sordera temporal de un policía tras el concierto de campanas. Un trabajo de meses Alejo explicó que todo esto demuestra que se ha trabajado con la máxima prevención y seguridad, pero también con la máxima prudencia y cortesía. Meses antes de la celebración de la Cumbre Iberoamericana en Salamanca, la Policía Nacional se encargó de la seguridad en la ciudad, de la obtención de información de riesgo, del tema de la movilidad y la seguridad en reuniones, y de los alojamientos y chequeos en todas las viviendas que formaban parte del recorrido de los Jefes de Estado y de Gobierno. Este trabajo lo realizaron más de 2.000 efectivos, con un coste de un millón de euros. Por su parte, la Guardia Civil, con 600 efectivos y un coste de más de 100.000 euros, se encargó de la seguridad en el circuito exterior de la ciudad, como los desplazamientos desde el aeropuerto a Salamanca o hasta los hoteles fuera del área metropolitana y el control de armas de los guardaespaldas de los participantes. Alejo aseguró que se llevó a cabo un control total por aire, con aviones de la OTAN y del Ejército del Aire, por tierra, agua e incluso en el «subsuelo», explicó. En total se realizaron 82 controles, durante la semana, 172 reconocimientos preventivos de explosivos, 157 conducciones de caravanas, 12 reconocimientos acuáticos, 37 protecciones del aterrizaje y el despegue, 61 armas acreditadas y 36 horas de retransmisión de imágenes. En cuanto a las movilizaciones, señaló que la más numerosa fue la de los colectivos Asaja y Coag, que reunió a cerca de 4.500 personas.