La policía aborta en Segovia una nueva entrada de droga en Europa

El Cuerpo Nacional de Policía abortó ayer en Segovia el intento de las mafias colombianas de abrir una nueva ruta europea de distribución de droga que utilizaba como escala el continente africano. Así lo indicaron los responsables policiales de las unidades de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) y de la Brigada Central de Estupefacientes, que destacaron que la operación ha permitido incautarse de 106 kilogramos de cocaína, así como un avión reactor con el que se pretendía introducir la droga. Desde la Comisaría General de Policía Judicial destacaron que las primeras investigaciones apuntan a que se trata de una «red perfectamente organizada e instalada en España y Guinea-Bissau, que introducía en este país africano importantes cargamentos de cocaína por vía marítima, directamente desde Sudamérica, para posteriormente reenviarlos a España». La operación, denominada Fomento , se materializó en el aeródromo de Fuentemilanos, una instalación de una empresa participada por la Diputación de Segovia y Caja Segovia, entre otros, para la práctica del vuelo sin motor, y donde fue incautada la droga, distribuida en 106 tabletas de un kilogramo de peso y colocada en varias cajas que llevaban etiquetas de Cruz Roja Internacional. Además fue intervenido un potente reactor en el que se había trasladado el cargamento, y una autocaravana con la que se pensaba llevar la cocaína hasta Madrid. Reactores privados La novedad de este nuevo sistema de narcotráfico hace referencia al empleo de reactores privados que «utilizados como aerotaxis realizaban trayectos entre los continentes». Además se emplearon como correos a personas de nacionalidad alemana dado que los principales usuarios del aeródromo segoviano son ciudadanos germanos «para infundir las menores sospechas», explicó Miguel García Izquierdo, jefe de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco). Además detalló que las investigaciones han puesto de manifiesto que se trataba de un «vuelo de prueba y pionero» con el que «establecer una ruta de penetración en el continente». «La organización tenía previsto otros envíos con grandes cantidades de cocaína, que tras llegar por vía marítima a África serían trasladadas a España, como país de tránsito en sucesivos vuelos a otros países europeos», añadió. Igualmente dijo que los pilotos alemanes profesionales contratados por la mafia habían acordado ya el cobro de un millón de euros. También se había encargado un matrimonio alemán del transporte a Madrid.