Las Cortes aprueban un Estatuto para los ex presidentes autonómicos
El pleno de las Cortes aprobó ayer por el procedimiento de lectura única y por asentimiento de los grupos del PP y el PSOE, y la abstención del procurador de UPL Joaquín Otero, la Ley Reguladora del Estatuto de los Ex Presidentes de la Junta de Castilla y León. De esta forma, todos aquellos que hayan ostentado la Presidencia de la comunidad desde la primera legislatura de las Cortes pasarán a formar parte del Consejo Consultivo, como miembros de pleno derecho con voz y voto hasta los 70 años, con posibilidad de prorrogarlo hasta los 75, a petición del interesado a la Presidencia del órgano, a imagen de la figura de profesor emérito universitario. La proposición de ley expresa, en tres artículos, que los ex presidentes de Castilla y León disfrutarán «del reconocimiento, consideración, atención y apoyo debidos». Asimismo, recibirán «con carácter vitalicio las atenciones honoríficas y protocolarias» que se determinen en el futuro decreto que regule el protocolo en la comunidad. Junto a este articulado, una disposición adicional modifica la ley reguladora del Consejo Consultivo, para incluir la condición de «consejeros natos» de los ex presidentes «que gocen de la condición de ciudadanos de Castilla y León». Además, señala que se considerarán presidentes de la comunidad «aquellos que hubiesen resultado investidos desde la primera legislatura de las Cortes». Satisfacción Por otro lado, la presidenta del Consejo Consultivo, María José Salgueiro, destacó ayer la oportunidad de «aprovechar la experiencia, el bagaje administrativo e institucional» de los ex presidentes de la Junta, tras la aprobación de la normativa por asentimiento en las Cortes. María José Salgueiro, quien valoró no sólo la iniciativa sino que ésta sea aprobada por asentimiento de la Cámara, indicó que todo este bagaje «ni se puede perder» y recordó que la Ley reguladora del Consejo Consultivo «ya fue un primer paso, al incorporarlos como miembros natos». Salgueiro quiso resaltar también a la agencia Ical que, al margen del estatuto de los ex presidentes, se trata de personas «que merecen toda la consideración y el respeto de la comunidad, por su trabajo y servicio a los intereses generales».