Renault apuesta por sacar un mayor rendimiento a la factoría de Valladolid

El presidente de Renault, Carlos Ghosn, se mostró ayer preocupado por la situación a que ha llevado a la fábrica de Valladolid la producción del Modus, en espera de que el nuevo Clio pueda salvar a Carrocería-Montaje. Ghosn presentó en París un plan de relanzamiento de Renault para los próximos cuatro años, con la finalidad de aumentar la rentabilidad del grupo, que el año pasado obtuvo un resultado neto de 3.367 millones de euros. Carlos Ghosn consideró que el bajo nivel de actividad de la planta de Carrocería-Montaje en Valladolid es «preocupante» y que no se puede tener de forma indefinida una fábrica en esta situación. Asimismo, recordó que la factoría tiene una actividad actualmente inferior al 40%, -dedicada exclusivamente a la fabricación del Modus-, «una situación preocupante», por lo que insistió en que la firma «no necesita» una reestructuración industrial sino «sacar más rendimiento» a las factorías utilizadas por debajo de sus posibilidades, como Valladolid. Ghosn afirmó que la viabilidad de cada planta dependerá del éxito del producto que fabrique, pero que «en ningún caso» podrán seguir funcionando tan por debajo de sus posibilidades, según informó Efe. Acuerdo sobre el Clio Por su parte, el presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla, declaró que el acuerdo para la producción del Clio en Valladolid está muy avanzado y que «no está dentro de mis planes» que no se firme más tarde de la próxima semana. Según Sevilla, la inversión de 35 millones, necesaria para la adaptación de la actual cadena de producción, están ya pactados por Renault y las administraciones, y sólo resta alcanzar el acuerdo con los sindicatos, con los que está prevista una nueva reunión el próximo día 14 en Valladolid. Las subvenciones supondrían un 15% del total de la inversión, de la que la Junta de Castilla y León aportaría entre un 8 y un 9% y el resto saldría de las arcas del Estado. Los puntos más conflictivos de la actual negociación son los relativos a la flexibilidad laboral, ya que Renault propone concentrar la mayor parte de la producción en el segundo semestre del año y reducir el volumen del primero, lo que modificaría el calendario de jornadas laborales. Si finalmente no se llega a un acuerdo y la producción se traslada a otras plantas de Francia o de Turquía, Valladolid perdería uno de los dos turnos con que cuenta actualmente, lo que supondría la supresión de entre setecientos y mil puestos de trabajo directos. La fabricación total de la planta, sumando Modus y Clio, no superaría las 560 unidades diarias desde septiembre hasta finales de este año, e iría progresivamente reduciéndose el número de Modus en favor del Clio. El Modus no es rentable El director comercial de Renault, Patrick Blain, afirmó que el Modus ha fracasado porque «no alcanza los objetivos de rentabilidad» que se habían previsto, si bien este error no reside en el producto, sino en el segmento de coche urbano y monovolumen.