Villalba preguntará a Herrera sobre el supuesto freno a la reforma estatutaria ¿Tendrá razón?

«¿Es voluntad del presidente de la Junta finalizar la legislatura sin haber reformado el Estatuto de Autonomía?», pregunta Villalba en la cuestión que dirigirá a Herrera en el Pleno de las Cortes de mañana, y tras conocerse que el pasado 1 de febrero «ordenó al PP frenar» dicha reforma, después de expresar su voluntad de que en 2006 culminarían los trabajos. Por su parte, el portavoz del Grupo Mixto, Joaquín Otero (UPL), quiere conocer las razones por las que «se opone» al repartor de 900 millones de fondos adicionales para cuatro provincias. HACE BASTANTE más de diez años llamé «menopáusicos mentales» en Lo que se llevaron de esta tierra , antecedente de Museo de niebla, a esos expoliadores, en apariencia de bajo perfil, que tirando un domingo de una piedra y arrancando otro un capitel estaban causando un grave quebranto en las ruinas de algunos monasterios leoneses, y esa expresión, absolutamente sacada de contexto, ha servido de pretexto a una procuradora regional para imputarme un uso sexista del idioma, haciendo abstracción de que me limitaba a establecer un juego de contraste intensificador, figura literaria de uso común, como bien sabe cualquier ciudadano o ciudadana mínimamente relacionado con la lectura. Además, la frase en litigio ya no figura Museo de niebla , sustituida por otra más expresiva, de modo que el asunto carece de actualidad, salvo que la actualidad consista en las arremetidas a cualquier precio (por lo visto, aquí únicamente prescriben los asesinatos de ETA). Supongo que esa procuradora estará dispuesta a actuar de idéntico modo en cuanto tenga conocimiento de un dicho como el siguiente, tan habitual en la oratoria parlamentaria: «Huérfano de ideas», porque sin duda apreciará en él una intención descalificativa de los menores de edad que, por desgracia, han perdido a sus padres. Pobre Cervantes y adiós Quevedo de caer bajo su jurisdicción. ¿Y qué decir si escucha «pensamiento cojo»? Eso, en estricta aplicación de su lógica, le resultará intolerable: todos los afectados por esa peculiaridad (cuidado con lo que escribo) tendrían que darse por insultados. Del mismo modo, si alguien dice que una parcela «está calva», automáticamente la gente sin pelo deberá amotinarse. Y, por descontado, los invidentes emprenderán una cruzada contra quienes se declaren «ciegos de amor», al sentirse humillados por el matiz gozoso de lo que para ellos resulta una limitación (de nuevo, cuidado). En fin, he aquí otros ejemplos de posibles interpretaciones disparatadas: «Mamar del bote» o «el que no llora, no mama», ¿acaso suponen burla o menosprecio de la lactancia? Hablar de «un motín en gestación», ¿eso implica desconsideración de la maternidad? Y cuando un artista dice, al acabar su obra, que se encuentra en «plena depresión postparto», ¿no hay aquí una traslación del sentido sin ningún matiz denigrante? Al parecer, la procuradora de marras pretende censurar el lenguaje figurado. En dichas consideraciones me encontraba, hablando con mi mujer, cuando llegó una amiga, y esta, una vez informada del asunto, lo sentenció así: estás pagando la factura del manifiesto en defensa de la unidad del Archivo de Salamanca y las denuncias de Museo de niebla , ninguna de las dos cosas se te van a perdonar. Me dejó pensativo: ¿tendrá razón? ¿Tan bajo (con perdón, perdón que me pido a mí mismo, injustamente discriminado por los equipos de baloncesto) ha caído el debate político?