La Inspección de Consumo visitó más de un millar de establecimientos
La Junta abrió 41 expedientes sancionadores en las rebajas
Textiles, confección, calzado, equipos informáticos y deporte centraron las inspecciones
La Junta mantuvo las inspecciones los tres meses de rebajas
La Junta de Castilla y León levantó, a través de la Consejería de Sanidad, 41 expedientes sancionadores en las más de un millar de inspecciones realizadas en establecimientos de Castilla y León durante la campaña de rebajas de invierno del 2006. En concreto, la Inspección de Consumo visitó 1.029 centros entre mayoristas, distribuidores, autoservicios, supermercados, hipermercados, tiendas especializadas y minoristas, aunque el 88% de las actuaciones registradas sobre 1.508 productos se centró en textiles, confección, calzado, equipos informáticos y artículos de deporte. Además, en 886 casos se acordó archivar el procedimiento por no apreciarse infracción; en otras 492 ocasiones se realizó una advertencia escrita por considerarse infracciones de escasa entidad; y en otras 89, se comunicó a otros organismos competentes. Las infracciones más frecuentes fueron por la falta de información o leyendas obligatorias en los establecimientos; carencia de hojas de reclamaciones; por no estar indicados los precios, en general en el establecimiento, en los escaparates o en el interior de la tienda; por no estar identificado el domicilio del responsable de los productos controlados; y por deficiencias en el etiquetado de los productos. La campaña de inspección y control de las rebajas de invierno 2006 se desarrolló en dos fases durante los meses de enero, febrero y marzo, una primera, intensiva, en los dos primeros meses mencionados; y la segunda, de seguimiento, que se ha prolongado durante el pasado. La Junta, como en años y en periodos de rebajas anteriores, incidió con esta actuación de la Inspección de Consumo en la importancia de que el consumidor sea consciente de que las ventas en rebajas no puede suponer una merma de sus derechos, por lo que los productos en saldo sólo deben diferenciarse de los ofrecidos habitualmente en el precio. Y recuerda que tanto la calidad como las políticas comerciales referidas a cambios, devoluciones y medios de pago que tengan los distintos establecimientos han de mantenerse en el período de rebajas. Para vigilar el cumplimiento de la normativa, los inspectores analizaron la ubicación de los productos en saldo; el anuncio y duración de las rebajas; el tipo de productos rebajados y su calidad; etc.