El nuevo presidente de la CHD será beligerante con los delitos

Juan Antonio Gato prometió ayer su cargo como nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), en un acto celebrado en la sede del Ministerio de Medio Ambiente. Gato afirmó que será «beligerante» en la lucha contra la contaminación del agua para que ningún delito medioambiental quede impune, y prometió diálogo con todas las administraciones y, muy especilamente, con los alcaldes, las comunidades de regantes y la Junta. Desde 19993, Juan antonio Gato ocupaba, en la Diputación de Valladolid, el cargo de Jefe de Servicio de Gestión Tributaria e Inspección en el Organismo Autónomo de Recaudación y Gestión Tributaria (REVAL). El nuevo presidente de la CHD es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Valladolid y Máster en Dirección de Empresas por el Instituto Internacional de Dirección de Empresas (INSIDE) de la Universidad Comercial de Deusto. Juan Antonio Gato es funcionario de carrera de la Diputación de Valladolid desde 1989. Dentro de este organismo, ha sido jefe de la sección de Gestión Presupuestaria y Financiera, hasta 1991, y director del área de Economía y Hacienda, hasta 1993. Sustituye en el cargo a Helena Caballero, que ha presidido la Confederación del Duero durante los dos últimos años. Recuerdo a Caballero Después del acto, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, tomó la palabra para agradecer el «extraordinario esfuerzo» que ha realizado Helena Caballero en este período de tiempo para la incorporación de elementos medioambientales en la política del agua. Asimismo, expresó su deseo de que el nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero aporte una «nueva visión» en la política del agua que sea capaz de compaginar la racionalidad en el uso del agua con las necesidades medioambientales y sociales, como el constante envejecimiento de la población en aquellos núcleos próximos a la cuenca. Por ello, insistió en la necesidad de continuar con las políticas de modernización de los regadíos, acentuar los esfuerzos en la transformación del río Duero sobre la actividad económica y, finalmente, en potenciar las relaciones con todas las administraciones públicas, tanto autonómicas como locales, para mejorar la gestión del agua como bien común. Por su parte, la Junta reclamó ayer un cambio «de políticas, más que de personas», en la Confederación Hidrográfica del Duero. El consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, exigió un cambio de política al frente de la Confederación, para que «no se paralicen y no se retrasen» las inversiones del organismo de cuenca en Castilla y León.