La consejera de Hacienda reconoce «una suave desaceleración» de la economía autonómica
El PIB creció en la comunidad un 3,4% en el segundo trimestre del año
El aumento supone tres puntos menos del incremento nacional en el mismo periodo
El director general de Estadística, Fernando Mallo, y la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo
La economía de Castilla y León creció un 3,4 por ciento durante el segundo trimestre de 2006, una décima menos que en los tres primeros meses del año y tres por debajo del incremento nacional, que se situó en el 3,7 por ciento, según los datos facilitados por la Dirección General de Estadística de la Junta. La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, reconoció esta «suave desaceleración» de la economía entre abril y junio, aunque auguró que el tercer trimestre del ejercicio «será más favorable». Además, se mostró convencida de que la comunidad «alcanzará o superará» las previsiones del Gobierno regional de subida del PIB de Castilla y León, que se cifra en el 3,3 por ciento en los Presupuestos de 2006. La consejera sostuvo que el crecimiento por encima del tres por ciento supone que la economía de la comunidad «va bien» y explicó que «no existen motivos» que les hagan suponer que va a cambiar esa tendencia. Además, resaltó que la economía regional «está muy ligada a la española» y destacó que en estos meses de verano el empleo «está yendo bien, así como el consumo, la actividad económica y la balanza comercial», para agregar que el Índice de Producción Industrial (IPI) «no se va a desacelerar más». En cuanto a la diferencia entre el crecimiento español y el de la comunidad, la consejera de Hacienda precisó que «difieren en la demanda interna, que está condicionada por la población». En este sentido, explicó que en algunas comunidades la población inmigrante, que alcanza el diez por ciento, está tirando de esa demanda, mientras que en la comunidad los extranjeros «aún son pocos», por lo que si hay trabajo y siguen llegando «podemos seguir creciendo». La titular de Hacienda del Ejecutivo autonómico también razonó que aunque la economía «marcha bien» existen varios factores de «riesgo» y se refirió al alza constante de los precios del petróleo, a la alta inflación, que provoca una pérdida de competitividad, y al alza de los tipos de interés, que reducirá el consumo interno de las familias. Del Omo subrayó que el crecimiento de la economía del 3,4 por ciento se situó por encima del registrado por la UE, que es del 2,8 por ciento, lo que «permite seguir aumentando la convergencia».