El líder de los populares se compromete a cumplir su programa electoral en los próximos meses
Herrera afirma que no tolerará que intereses particulares afecten al PP
El presidente del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, aseguró ayer que la dirección del partido no puede «tolerar» que «intereses particulares» de sus integrantes y cargos públicos «dañen el proyecto común», ejecutado actualmente por personas que son «un ejemplo de dedicación, eficacia y honestidad». Herrera criticó al PSCL por estar ya «de campaña electoral» a pesar de encontrarse aún abierto el periodo de sesiones parlamentarias, pero, al mismo tiempo, se mostró «seguro» de que su formación ganará los próximos comicios autonómicos. «Nadie duda que vamos a ganar las elecciones, aunque a día de hoy no están ganadas y también podemos perderlas», afirmó Herrera ante cerca de un centenar de procuradores del PP y altos cargos de la Junta de Castilla y León que acudieron a una reunión del Grupo Parlamentario Popular. Para Herrera, el PP se presenta ante los electores «con el saco lleno de realidades», con los «cumplimientos» de los compromisos del programa electoral, y también con las «luces y las sobras, en las que objetivamente podemos mejorar». Por contra, censuró al líder del PSCL-PSOE, Angel Villalba, por repetir antes de los sucesivos procesos electorales el «viejo sambenito» de que «la gente tiene ganas de cambio en Castilla y León», para lo que citó una frase pronunciada por el líder de la oposición en este mismo sentido el 11 de mayo de 2003. Herrera afirmó que el PP llegará a los comicios con su «casa ordenada» y con una «hoja de ruta», pero subrayó que frente a la situación del Grupo Socialista, el Grupo Popular completará en los próximos meses su programa. Resumió en un decálogo las líneas básicas que deben centrar en el futuro próximo la actividad política de los procuradores del PP y la propia Junta de Castilla y León. Forman este listado la inminente reforma estatutaria, la nueva perspectiva de los fondos europeos (con una pérdida de ingresos) y las «posibles» reformas de la financiación autonómica, el diálogo social, la cooperación con otras regiones, Portugal y el propio Gobierno central, la ejecución de los Presupuestos de 2006, la elaboración de los de 2007, el impulso a las familias, la ordenación del territorio y la modernización de la economía regional.