Los grupos parlamentarios aprobaron por asentimiento la Ley de Cooperación al Desarrollo
La Junta aportará en el 2015 el 0,7% de sus fondos a ayuda humanitaria
Entre las novedades, la creación de un registro de agentes de cooperación al desarrollo
La Junta de Castilla y León aumentará progresivamente lo que destina a cooperación al desarrollo para en dos legislaturas, 2007-2015, aportar el 0,7% de sus fondos propios a ese objetivo, según recoge la Ley de Cooperación al Desarrollo aprobada ayer en las Cortes autonómicas. Esta es una de las principales novedades de la Ley aprobada por asentimiento de los grupos parlamentarios y una de las mejoras introducidas en la tramitación en comisión del proyecto propuesto por la Junta de Castilla y León, texto que no recogía ese compromiso de financiación. Actualmente la Junta destina a cooperación al desarrollo el 0,23% de sus fondos propios, frente al 0,42 % al que llegará en 2007 el Ejecutivo central, y con esta nueva obligación normativa recoge el compromiso que ya tiene el Gobierno español de llegar en dos legislaturas al 0,7%, esfuerzo que coincide con el fijado por la ONU. La procuradora socialista Ana Sánchez defendió las cinco enmiendas que su grupo mantuvo a una ley que calificó como una de «las más participativas y debatidas en las Cortes generales» y «un buen texto», del que destacó el alto nivel de consenso con el PP que ha permitido transaccionar en ponencia y comisión gran parte de las sugerencias del PSOE. El texto inicial propuesto por la Junta, que según Sánchez era «farragoso y ambiguo», se ha «enriquecido sustancialmente» con aportaciones como la concreción del compromiso económico, con que en lugar de un registro de ONG's se cree un registro de agentes de cooperación al desarrollo, o con los permisos con reserva del puesto de trabajo para los funcionarios que decidan trabajar como cooperantes. Novedades de la ley Entre las novedades de la Ley, según refirió ante el plenario la consejera de Familia, Rosa Valdeón, figura además la implicación de los inmigrantes como agentes de desarrollo de sus comunidades de origen. Plantea además la lucha contra la pobreza desde el respeto a los modelos autóctonos de desarrollo y sin imposiciones, y adapta a la idiosincrasia de la comunidad la norma nacional de 1998, ofreciendo un marco jurídico estable para actuaciones, iniciativas y recursos para el desarrollo. La ley regula lo relativo a la cooperación, frente a la ayuda humanitaria, que tiene un carácter puntual ante situaciones de emergencias; y establece los principios rectores de la cooperación al desarrollo como el del respeto a modelos de desarrollo autóctono.