Del sonoro bostezo a la risa

Nadie podía creer lo que ayer llegó a escucharse con toda claridad en el hemiciclo de Fuensaldaña, aunque la mayoría de los allí presentes estuviera a punto de emitir el mismo sonido gutural. Y es que en medio de la intervención del socialista Ángel Villalba se escuchó un sonoro bostezo de esos que pueden llegar a dislocar mandíbulas. Todo el mundo miró hacia el escaño del leonés Fernando Arvizu, pero lo cierto es que hasta ese momento el pleno en el que se debatían las enmiendas de totalidad a los presupuestos generales de la comunidad para el próximo año 2007 estaba siendo de lo más aburrido. Menos mal que al final, y sin que sirva de precendente, populares y socialistas decidieron dejarse de discursos aprendidos y empezaron a llamar a las cosas por su nombre, lo que motivó el regocijo alterno entre unas filas y otras y el continuo cabreo de la respetable presidencia del Parlamento autonómico. Pero al César lo que es del César. Si hubo alguien que ayer logró trasladar su mensaje al mismo tiempo que disfrutaba en la tribuna de oradores como si fuera un actor cómico en medio de un escenario entregado, ése fue el portavoz del grupo parlamentario popular, José Antonio de Santiago-Juárez. Tanto es así que, a pesar de las críticas directas, hasta los socialistas rieron las gracias del portavoz popular, que ayer estuvo más sembrado que de costumbre, lo que chocaba con el rictus extremadamente serio del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, quien ni siquiera levantó la vista de su lectura durante la mayor parte de la intervención de su primer espadachín parlamentario. Quizá Herrera es de los que piensan que el Parlamento autonómico no está para hacer chistes fáciles, uno detrás de otro, ni tampoco para interrumpir los debates cada cinco minutos, como ayer hizo el grupo socialista. Pero es que, como dijo Otero en su intevención, el pleno de ayer es «tan necesario como inútil», por lo que... Mejor tomárselo con sentido del humor.