Llega la primavera

La localidad abulense de Poyales del Hoyo rememoró ayer, con un auto sacramental, el martirio de San Sebastián, patrón del municipio, y el comienzo de la prolongación de los días y el florecer de algunos frutales, como el almendro. El descenso de San Sebastián por la torre de la iglesia parroquial, que se repite desde hace 25 años, marca la cuenta atrás para la llegada de la primavera, y coincide precisamente con la prolongación de las horas de luz y la floración. El mayordomo de honor vitalicio Federico Martín Nebra, encarnado en su alter ego cristiano Gaudencius Podii, es el encargado desde hace 25 años de escribir y dirigir la puesta en escena del auto sacramental que cada tercer sábado de enero y de forma diferente recuerda a los habitantes de Poyales del Hoyo el martirio del santo asaeteado por los romanos. En esta ocasión, explica Martín Nebra, la obra poética es un canto a la luz, y se estructura en torno a la figura de San Sebastián como rayo y beso de luz. «En el día de San Sebastián -explica- crece el día en una hora más de luz, y florece la primera flor del almendro, anunciando también la próxima venida de la primavera». «San Sebastián, mocito y galán, saca a las muchachas a pasear», dice un refrán que recita Martín Nebra. Este santo representa el final de los días cortos del invierno y la postergación del ocaso. En la tradición cristiana, esta fiesta pagana -que protagoniza el personaje romano Adonis- significa la victoria de la luz, la vida y del bien sobre la oscuridad, la muerte y el mal que se encarna en la figura perversa del romano Diocleciano. La plaza mayor de Poyales, enmarcada por la Casa Consistorial -edificada según los cánones de la arquitectura popular del Tiétar- y la iglesia parroquial acoge la puesta en escena del auto sacramental. Tras recoger el panecillo con queso bendecido por el santo, cientos de personas esperaron ayer el inicio de la representación.