Anteriores sistemas sí recogían las peculiaridades de la comunidad

El modelo de financiación autonómica sí reconoció «el mayor coste relativo por habitante» en la prestación de servicios y la menor capacidad recaudatoria de Castilla y León entre los años 2002 y 2004. Así lo destacó ayer la profesora de la Universidad de Valladolid María José Prieto Jano, durante la ponencia La evolución de las principales magnitudes de ingresos y gastos públicos de las comunidades autónomas en el marco de la jornada de presentación de un estudio de la UVa sobre el modelo de financiación. Prieto Jano precisó que las trasferencias corrientes a la comunidad a través del Fondo de Suficiencia alcanzaron los 921 euros por habitante de media anual, frente a los 606 en España. Asimismo, afirmó que los ingresos por impuestos se situaron en la comunidad diez puntos por debajo de la media, mientras que los corrientes superaron en un 34% en del conjunto de las autonomías. La profesora de la UVa también precisó que los ingresos de la comunidad por el fondo de suficiencia crecieron un 5,6%, frente al 3,6% de la media nacional. Además, subrayó que gracias a la situación de región Objetivo 1 de Castilla y León, los habitantes de la comunidad tuvieron unos derechos reconocidos netos corrientes un diez por ciento por encima de la media, y un 90% superior en el caso de las partidas de capital. Evolución creciente En su resumen, la investigadora indicó que desde 1984 las autonomías han contado cada vez con más ingresos fruto del proceso de traspaso de competencias; las trasferencias corrientes se han ido reduciendo en función de la recaudación tributaria; el endeudamiento ha caído desde la entrada en vigor de la Ley de Estabilidad, y a partir de 2002, con la transferencia de la sanidad, se redujo la gran heterogeneidad entre las distintas autonomías. Para finalizar, relacionó los ingresos per capita con la tasa de actividad, el porcentaje de pymes, el índice de envejecimiento y el los extranjeros.