Más de dos mil chicos participaron en el estudio «Juventud a la deriva» del sociólogo Fernando Gil
El 23% de los jóvenes confiesa que ha cometido actos vandálicos
El informe pone de manifiesto que tres de cada diez encuestados ha conducido sin carné
El sesenta por ciento de los jóvenes consume alcohol habitualmente los fines de semana y más de la mitad afirma conocer a alguien que ha llegado a desmayarse bebiendo; el 23,4 por ciento reconoce haber cometido actos vandálicos y aproximadamente el 30 por ciento confiesa haber conducido sin carné. Estos son algunos de los resultados del estudio Juventud a la deriva, una investigación dirigida por el profesor de la Universidad de Salamanca Fernando Gil Villa, en la que han participado más de 2.000 jóvenes de entre 14 y 18 de toda España. El profesor explicó que el estudio, que ha sido publicado por Ariel, es fruto de tres años de investigación en los que se ha encuestado a más de dos millares de jóvenes a partir de un autoinforme en el que los chicos admiten o rechazan haber participado de ciertos comportamientos -beber el fin de semana o romper mobiliario urbano como contenedores o cabinas de teléfono, por ejemplo-. Según aseguró, el objetivo fundamental de la investigación se centra en estudiar el consumo de drogas por parte de los jóvenes y las actitudes violentas, no sólo respecto a las cosas -vandalismo-, sino también con relación a las personas -riñas y peleas- y los resultados obtenidos, aunque esperados, son «espectaculares», señaló. En diez años: el doble de casos Gil Villa recordó que la investigación parte de un estudio de referencia elaborado por la Universidad de Castilla La Mancha hace diez años y subrayó que, con relación a este estudio inicial, «prácticamente se ha duplicado el porcentaje de adolescentes que admite haberse visto envuelto en conductas violentas». Así, si en 1995 el 16,3 por ciento de los jóvenes confesaba haber cometido actos vandálicos, en 2006 el porcentaje se disparaba hasta el 23,4 por ciento. Mientras que en el caso de las peleas, si en 1995 el 17,2 por ciento reconocía haberse visto envuelto en este tipo de problema, el porcentaje creció hasta el 38,2 por ciento en 2006. Además, mientras que en el año 1995 el 26,3 por ciento de los encuestados asumió haber robado en tiendas alguna vez, la cifra se incrementa hasta el 31,6 por ciento en 2006. Otro de los datos que refleja la investigación es que la mitad de los encuestados reconoce tener amigos que han llegado a desmayarse bebiendo, un resultado que, según Gil Villa, es compatible con otras encuestas teniendo en cuenta que el aumento del consumo de alcohol «es una tendencia en alza desde hace 20 años». En su opinión, la sociedad sostiene que «los adolescentes siempre han bebido y siempre han sido rebeldes, que es una constante histórica», sin embargo, si pudiera seguirse este tipo de comportamiento con una gráfica a lo largo del tiempo, se comprobaría que el consumo de alcohol y la implicación en peleas sigue una línea constante pero que «a partir de los años 80 se dispara en España» y esto es «una señal de alarma que hay que estudiar». En cuanto al consumo de drogas legales, el 55 por ciento de los encuestados confiesa haber fumado alguna vez y el 21,5 por ciento es fumador en la actualidad. Respecto a las drogas ilegales, el 28,2 por ciento de los encuestados admite haberlas probado, aunque la mitad reconoce no haberlas consumido en el último mes. Por otro lado, el 4,4 por ciento asume haber consumido cocaína y un 3 por ciento éxtasis y drogas de diseño. En opinión del sociólogo, es preciso «establecer prioridades» ya que, desde su punto de vista, «el problema grave para la mayoría de los adolescentes no es la cocaína, ni el éxtasis, ni las pastillas, para la mayoría es el alcohol». Según afirmó, es preciso «educar sobre las drogas, como hace falta educar sobre de la paz y la violencia», dos áreas que, junto a «la educación para el ocio, no están en las escuelas».