Se trata de que los padres adquieran habilidades para atender a sus hijos y evitar desprotección
Más de 2.000 familias con problemas aprenden la paternidad responsable
Los destinatarios de los programas son personas marginadas con pocos recursos
Más de 2.160 personas de familias de Castilla y León con riesgos psicosociales participaron en el último año en el llamado programa «Educar en familia», cuyo objetivo es que los padres adquieran habilidades y conocimientos para atender de forma adecuadas a sus hijos y prevenir situaciones de desprotección; fomentar la paternidad responsable y prácticas educativas positivas. El programa, promovido por la Gerencia de Servicios Sociales, al amparo de la Ley 14/2002 de Promoción, Atención y Protección a la Infancia, fue ejecutado por 24 entidades locales de Castilla y León que recibieron una subvención directa de 166.388 euros. En 2005, la cifra de participantes fue mayor -2.453- y colaboraron los mismos ayuntamientos y diputaciones, con una ayuda de 147.072 euros. Cabe destacar que, desde la primera convocatoria, la cifra de entidades locales que se sumó al programa fue creciendo de manera paulatina, de modo que de las 16 iniciales en 2002 se pasó a 21 en 2003, para llegar a las 23 un año más tarde y a las 24 en los dos siguientes, según explicó a Ical el gerente regional de Servicios Sociales, Antonio Sáez Aguado. Para el desarrollo de estas medidas se implantó la metodología de la Fundación Radio ECCA y del Departamento de Psicología Educativa, Evolutiva y Psicobiología de la Universidad de La Laguna, que el Gobierno de Canarias comenzó a utilizar en 1997. El éxito del proyecto reside en la participación activa de todas las personas que trabajan con las familias, por lo que desde el inicio del proyecto se contó con técnicos para su desarrollo. Los destinatarias son familias con escasos ingresos y bajo nivel cultural, que viven en zonas en las que habitualmente se dan situaciones de desprotección o marginación infanto-juvenil, así como aquellas en las que sus hijos están desprotegidos y precisan estas medidas para superar las situaciones de riesgo o desamparo. La captación de los asistentes se realiza a través de los centros de acción social y los programas de apoyo a la familia de las corporaciones locales. En todos los casos, el grupo está dirigido por un psicólogo que hace las funciones de guía-mediador. Su papel pasa por invitar a la negociación y hacer partícipes a los asistentes para resolver dudas que los padres van presentando. Además, se encarga de reforzar los sentimientos de los participantes y los aspectos positivos. Tras las primeras experiencias, el programa se reforzó con otro, denominado «Construyendo mi futuro», dirigido a adolescentes, de entre 12 y 16 años de edad, con escasos recursos y que pertenecen a grupos sociales o barrios desfavorecidos.