Las autonomías con menos recursos son las que reciben una mayor inversión del Gobierno
El Estado invierte en infraestructuras un 2,2% del PIB de la comunidad
La Junta destina un 3,4% de su producto a licitaciones y concesiones de obra pública
La inversión del Estado en materia de infraestructuras dentro de Castilla y León representa el 2,2% de su Productor Interior Bruto regional (PIB), mientras que el gobierno regional dedica el 3,4% a licitaciones y concesiones de obra pública. Asturias, Castilla-La Mancha, Ceuta y Melilla son las principales receptoras de la inversión promovida por la administración general para la dotación de infraestructuras, mientras que las que menos dinero reciben son el País Vasco, Navarra y Madrid. Así lo pone de manifiesto un informe de la patronal de las grandes constructoras, Seopan, que analiza el esfuerzo inversor de las diferentes administraciones públicas entre los años 2003 y 2006 en lo que a licitación de obra pública y concesiones de obras se refiere. Reparto Según el informe, el volumen total de esa inversión alcanza de promedio el 4,7% del Producto Interior Bruto (PIB) anual, que se reparte en el 1,6% de la administración general, el 1,7% de la autonómica y el 1,4% de la local. Al analizar la inversión promovida por la administración central en cada territorio, Asturias se sitúa la primera de la lista con un promedio del 3,8% del PIB regional, seguida de Castilla-La Mancha con el 3,5%, Ceuta y Melilla con el 2,9% y Galicia con el 2,7%. Por el contrario, ocupan los peores puestos el País Vasco que recibe una inversión equivalente al 0,4% del PIB regional; Navarra, el 0,5%; y Madrid, el 0,6%. Entre medias se sitúan Castilla y León, Murcia y Extremadura (2,2%), Cantabria y Aragón (2,1%), Comunidad Valenciana (1,9%), La Rioja y Andalucía (1,7%), Cataluña (1,2%), y Canarias y Baleares (0,9%). En estos casos Seopan identifica una relación inversa entre la riqueza de la región y el esfuerzo inversor que realiza la administración central, de tal manera que los territorios más beneficiados por los fondos estatales están entre los que disponen de una menor renta por habitante. La cosa cambia cuando son las propias comunidades autónomas y los ayuntamientos los que realizan el esfuerzo inversor, ya que en este caso la correlación es más directa y en la mayoría de los casos -aunque no siempre- cuanto mayor es la riqueza de una región más alta es la inversión que destina a la licitación de obra. En este caso Aragón es la primera de la lista con una inversión del 4,4% del PIB regional, seguida de Baleares con el 4,1%, Castilla-La Mancha con el 3,9% y Madrid con el 3,7%. En el otro extremo se sitúa Extremadura, que destina el 2,3% del PIB regional a licitaciones y concesiones; Canarias, el 2,4%; y Andalucía y Galicia, el 2,5% cada una. A medio camino A medio camino se sitúa Castilla y León (3,4%), Navarra (3,3%), País Vasco y Cantabria (3,1%), Cataluña (3%), Comunidad Valenciana y La Rioja (2,9%), Asturias (2,8%) y Murcia (2,6%). A la vista de estos datos, Seopan considera que las administraciones autonómicas deberían comprometer más recursos propios a la dotación de infraestructuras para hacer «más creíble» su «exigencia permanente» de más inversiones a la administración central.